PRIMERA LECTURA. Isaías 1,10-17
10Oíd la palabra del Señor, príncipes de Sodoma;
escucha la enseñanza de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra.
11¿Qué me importa el número
de vuestros sacrificios?
-dice el Señor-.
Estoy harto de holocaustos de carneros,
de grasa de cebones;
la sangre de novillos,
corderos y machos cabríos no me agrada.
12Cuando entráis a visitarme y pisáis mis atrios,
¿quién exige algo de vuestras manos?
13No me traigáis más dones vacíos,
más incienso execrable.
Novilunios, sábados, asambleas...
no aguanto reuniones y crímenes.
14Vuestras solemnidades y fiestas las detesto;
se me han vuelto una carga que no soporto más.
15Cuando extendéis las manos, cierro los ojos;
aunque multipliquéis las plegarias,
no os escucharé.
Vuestras manos están llenas de sangre.
16Lavaos, purificaos, apartad de mi vista
vuestras malas acciones.
17Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien;
buscad el derecho, enderezad al oprimido;
defended al huérfano, proteged a la viuda.
Explicación.
1,10 La "palabra" profética actualiza la ley o "instrucción" del Dios de la alianza.
1,11 Sal 40,7; 51,18-21.
1,12 Éx 23,15; 34,20; Dt 16,16.
1,13 "Vacío" o vano, como en el decálogo. "Execrable": lo contrario de sacro. "Reuniones y crímenes" como actividades inconciliables.
1,15 Cfr. Sant 1,26s.
1,16 Éx 30,18-21.
1,17 "Huérfanos y viudas" son categorías sociológicas que representan a las clases desvalidas. Piedra de toque de la justicia son los derechos de los más débiles.
SALMO. 50,8-9.16-17.21.23
8No te reprocho por tus sacrificios
pues a diario tengo presentes tus holocaustos.
9No me llevaré un novillo de tu casa
ni machos cabríos de tus rebaños,
16AI pecador le dice Dios:
¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes en la boca mi alianza,
17tú que detestas la corrección
y te echas a la espalda mis mandatos?
21Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
23EI que ofrece como sacrificio la confesión
me glorifica;
Explicación.
50,8 "A diario": según fórmula cúltica de Ex 28-29; Lv 24; Nm 28-29.
50,9 El hombre ofrece animales domésticos, regulados por la legislación.
50,16 Este "pecador" o injusto es el mismo personaje de antes, el irreprochable en el culto.
50,17 Desechar la corrección, verbal o física, es afianzarse en el delito, agravándolo con la contumacia: Prov 15,12; Eclo 32,18.
50,21 Ocupa el lugar de las pruebas materiales, con una fórmula jurídica clásica, que Dios invoca porque lo conoce todo. Contrasta con el compromiso de Ex 19,8; 24,3.7. "Como tú": el hombre concibe a Dios a su imagen legítimamente, porque es imagen suya; necesariamente, porque sólo puede concebir al modo humano; viciosamente, cando empequeñece o deforma a Dios. Se fabrica mentalmente un Dios complaciente, cómplice.
50,23 La respuesta positiva está en singular, como responsabilidad personal. Dos participios la definen: "sacrifica confesión" y "dispone el camino" o conducta. Lo primero recoge la conclusión de la primera parte (14), lo segundo completa el arrepentimiento con la enmienda.
A cambio de ello, Dios le promete hacerle gozar o disfrutar de la "salvación divina". Últimas palabras de un salmo áspero y liberador. Ahora le toca hablar al hombre.
EVANGELIO. Mateo 10,34;11,1
10 34 No penséis que he venido a sembrar paz en la tierra: no he venido a semrar paz, sino espadas;
35 porque he venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con la madre, a la nuera con la suegra;
36 así que los enemigos de uno serán los de su casa (Miq 7,6).
37 El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí;
38 y el que no coge su cruz y me sigue, no es digno de mí.
39 El que ponga al seguro su vida, la perderá, y el que pierda su vida por causa mía, la pondrá al seguro.
40 El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado.
41 El que recibe a un profeta en calidad de profeta tendrá recompensa de profeta; el que recibe a un justo en calidad de justo tendrá recompensa de justo;
42 y cualquiera que le dé a beber aunque sea un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por su calidad de discípulo, no se quedará sin recompensa, os lo aseguro.
11 1 Cuando terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús se marchó de allí, para enseñar y predicar por aquellos pueblos.
EXPLICACIÓN.
10,34-11,1. Disipa un malentendido. Hay que trabajar por la paz (5,9), mediante la opción contra la riqueza (5,3), para implantar la justicia (5,6); pero este mensaje y conducta suscita una tremenda oposición. La primera lealtad, para Jesús, y ésa hasta dar la vida (37s), ahí está la realización del discípulo (38). Portadores de la presencia de Jesús y del Padre (40). La recompensa (42) es la comunicación con el Padre. Se cierra el discurso (11,1) con un epílogo semejante al de 7,28. Sus doce discípulos, como en 10,1.