Primera Lectura. Isaías 40,1-5.9-11.
La Buena Noticia (Is 52,7-10).1Consolad, consolad a mi pueblo,
dice vuestro Dios:
2hablad al corazón de Jerusalén,
gritadle que se ha cumplido su servicio
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido
doble castigo por sus pecados.
3Una voz grita: En el desierto
preparad un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
4que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se nivele;
5y se revelará la gloria del Señor
y la verán todos los hombres juntos
-ha hablado la boca del Señor-.
9Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión;
alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén;
álzala, no temas, di a las ciudades de Judá:
"Aquí está vuestro Dios".
10Mirad, viene con él su salario,
y su recompensa lo precede.
11Como un pastor que apacienta el rebaño,
su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos
y hace recostar a las madres.
Explicación.
40,1-10. El primer oráculo tiene algo de obertura, con varios temas principales: consuelo de Jerusalén en figura femenina (1-2); el nuevo éxodo (3-5); la palabra se cumplirá (6-8); llega el Señor como pastor (9-10). Suenan voces no identificadas, creando la impresión de algo misterioso y repentino.
40,1-2. Hablar al corazón: de modo persuasivo o cortejando: Gn 34,2; 50,21; Jue 19,3; Rut 2,13; Os 2,16. El vasallaje fue un servicio forzado, consecuencia de un crimen que ahora está pagado, incluso con creces, porque el verdugo se excedió.
40,3-5. El camino de vuelta no tendrá obstáculos ni tropiezos, porque la tierra se doblega con docilidad cósmica. La gloria del Señor se manifestó en el éxodo, Éx 14,17; 16,10; 19. Boca del Señor es el profeta: 1,20; 30,2; Jr 9,11; Miq 4,4 etc.
40,9-11. El heraldo viene por el desierto anunciando la llegada próxima del Señor, que ostenta el título de la alianza. El salario de Jacob al volver eran enormes rebaños (Gn 31-32). La imagen del pastor puede recordar a David (Sal 78,71s).
Salmo. 85,9-14.
9Voy a escuchar lo que dice Dios:
el Señor propone* la paz
a su pueblo, a sus leales,
a los que recobran la esperanza.
10Ya se acerca su Salvación a sus fieles,
para que la Gloria habite en nuestra tierra.
11 Lealtad y Fidelidad se encuentran,Justicia y Paz se besan;
12Fidelidad brota de la tierra,
Justicia se asoma desde el cielo.
13Pues el Señor dará la prosperidad
y nuestra tierra dará su cosecha.
14Justicia caminará delante de él
encaminando sus pasos.
Explicación.
85,9 Alguien en la asamblea escucha y comunica el oráculo de respuesta (Sal 81.6c); sólo que Dios no toma la palabra en primera persona. Por eso, los versos 10-14 podrían ser comentario litúrgico. Es un mensaje "de paz": Dios los ha reconciliado. Se dirige a un pueblo que responde con su "lealtad" a la lealtad divina y con su "esperanza" a las promesas. "Recobran" o se convierten a la esperanza. * O: anuncia.
85,10-14 Es una escena de transfiguración poética. Definen el horizonte "cielo y tierra"; los personajes apenas se mueven; Justicia aparece tres veces. Compárese esta escena con la de Is 32,16s. ¿Son cualidades divinas o virtudes humanas? Divina es Gloria, y acción suya Salvación; las otras las posee ejemplarmente y se las comunica al hombre para su bienestar íntegro.
85,10 "Está cerca": véase Is 56,1. La Gloria vuelve a habitar en el templo: se ha de entender sobre el fondo de Ez 10 Y 43.
85,11 Por la ley del paralelismo, los dos verbos se predican de todos los sujetos.
85,12 Señala la dimensión vertical y cósmica de la escena. "Brotar" es imagen de ascendencia ilustre: léanse Is 45,8; 61,11, una cosecha de virtudes humanas.
85,13 La prosperidad abarca también el campo material: Sal 72,16. Dios, el dador, da "el bien", que en el caso presente es la lluvia; véase Is 55,10.
85,14 Ahí pudo terminar la escena, cuando sobreviene algo inesperado: el Señor se pone en camino, y por delante, abriéndole paso, avanza Justicia. El final es sorprendente: el Señor cuya Gloria reside en el templo sigue caminando por la historia. Otros corrigen y leen en el segundo hemistiquio paz o rectitud.
Transposición cristiana.
No encuentro en el NT una escena tan sugestiva, pero encuentro dispersas todas las cualidades mencionadas. Véanse entre otros muchos Rom 14,17; Heb 5,9; Lc 2,30. Algunos Padres aplican el v. 13 al nacimiento del Mesías.Segunda Lectura. 2 Pedro 3,8-14.
8pero no olvidéis una cosa, amigos, que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. 9No retrasa el Señor lo que prometió, aunque algunos lo estimen retraso; es que tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, quiere que todos tengan tiempo para enmendarse. 10El día del Señor llegará como un ladrón, y entonces los cielos acabarán con un estampido, los elementos se des integrarán abrasados y la tierra y lo que hace en ella desaparecerán.
11 En vista de esa desintegración universal, ¿qué clase de personas deberéis ser en la conducta santa y en las prácticas de piedad, 12mientras aguardáis y apresuráis la llegada del día de Dios? Ese día incendiará los cielos hasta desintegrarlos, abrasará los elementos hasta fundirlos. 13 Ateniéndonos a su promesa, aguardamos un cielo nuevo y una tierra nueva en los que habite la justicia (Is 65,17; 66,22). 14Por eso, amigos, mientras aguardáis esto, poned empeño en estar en paz con él, libres de mancha y defecto. Explicación.
El segundo argumento se refiere al momento de la venida y es de hechura más filosófica: para el Señor un día es como mil años y mil años como un día (cf. Sal 90,4). El argumento resulta una escapatoria y, en todo caso, quita fuerza a la inminencia de la expectación. El autor pretende, por un lado, acallar a los que se burlan de la falta de cumplimiento de la promesa, pues nadie puede medir el lapso de tiempo señalado por Dios; por otro lado, piensa que Dios puede acortar ese tiempo a su arbitrio (8-10). No habla de signos precursores, cf. 2 Tes 2.
Evangelio. Marcos 1,1-8.
1 Orígenes de la buena noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
Juan, el mensajero prometido
(Mt 3,1-3; Lc 3,1-6; Jn 1,19-23)
2Como estaba escrito en el profeta Isaías, «Mira, envío mi mensajero delante De ti; él preparará tu camino» (Ex 23,20; d. Mal 3,1);
3«una voz grita desde el desierto:
-Preparad el camino del Señor,
enderezad sus senderos» (Is 40,3).
enderezad sus senderos» (Is 40,3).
4"Se presentó Juan Bautista en el desierto proclamando un bautismo en señal de enmienda, para el perdón de los pecados.
5Fue saliendo hacia él todo el país judío, incluidos todos los vecinos de Jerusalén, y él los bautizaba en el río Jordán, a medida que confesaban sus pecados.
Juan, precursor
(Mt 3,4.11-12; Le 3,15-17; Jn 1,24-27.29-34)
6Juan iba vestido de pelo de camello, con una correa de cuero a la cintura, y comía saltamontes y miel silvestre. 7Y proclamaba:
-Llega detrás de mí el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para agacharme y desatarle la correa de las sandalias. 8Yo os he bautizado en agua, él os bautizará con Espíritu Santo.
Explicación.
Tríptico introductorio: La preparación: a) Juan, cumplimiento de profecías (1,2-5); b) Juan, precursor (1,6-8); e) investidura mesiánica de Jesús y horizonte de su vida pública (1,9-13).a) (1,2-5): En la misión de Juan se resume la función de todo el AT, preparar el camino del Señor, exhortando a un cambio de vida. Al citar conjuntamente las dos profecías, Me identifica e! camino de Jesús (2) con e! de Dios (3). La actividad de Jesús será la de Dios mismo, y su obra consistirá en realizar un éxodo (v. 2, cf Éx 23,20). El cambio de vida a que exhorta Juan cancela las anteriores injusticias del hombre (bautismo/inmersión, símbolo de muerte al pasado) (4). Así prepara el camino de! Señor. Juan sigue la línea de la predicación profética, cf Is 1,17s. Respuesta masiva al pregón de Juan, prueba y manifestación del descontento general con la situación (5). Juan hace tomar conciencia a todos de ser responsables de ella, debido a las injusticias personales (confesaban sus pecados). Todos han de rectificar su conducta si aspiran a un cambio en la sociedad. El río Jordán, frontera de la tierra prometida (Nm 13,29; Jos 4,5; 5,1). Oposición entre el desierto y Jerusalén: el pueblo no va a buscar e! perdón en e! templo. Fue saliendo (5), como en e! éxodo de Egipto (Éx 13,4.8; Dt 11.10, etc.); e! país judío, tierra de opresión.
b) (1,6-8): Juan, descrito con los rasgos de Elías (2 Re 1,8), supuesto precursor del Mesías (Mal 3,23), anuncia la sustitución de la alianza (cf. 14,24), pues e! papel de Esposo (cf. 2,19s), propio de Dios en e! AT (Os 2,4ss; ls 54,62; Jr 2; Ez 10), corresponde ahora a Jesús (no soy quién para desatarle la correa de la sandalia, cf. Rut 3,5-11). Misión del Mesías, infundir e! Espíritu (cf. Is 44,3-5; Ez 36,26-28), que consagra al hombre en la fidelidad a Dios (Santo/santificador): aspecto individual de! reinado de Dios.
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