domingo, 22 de noviembre de 2020

23 DE DICIEMBRE

 Lectura de la profecía de Malaquías (3,1-4.23-24):

1Mirad, yo envío un mensajero a prepararme el camino. De pronto entrará en el santuario el Señor que buscáis; el mensajero de la alianza que deseáis, miradlo entrar -dice el Señor de los ejércitos- 2¿Quién resistirá cuando él llegue?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será fuego de fundidor, lejía de lavandero: 3se sentará como fundidor a refinar la plata, refinará y purificará como plata y oro a los levitas, y ellos ofrecerán al Señor ofrendas legítimas. 4Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y Jerusalén, como en tiempos pasados, como en años remotos.
23y yo os enviaré al profeta EIías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible: 24reconciliará a padres con hijos, a hijos con padres, y así no vendré yo a exterminar la tierra. 

Explicación.

3,1 Este verso plantea un problema de identificación y distinción de personajes. Veamos primero los datos en esquema: 
Yo envío              a mi mensajero
Vendrá a su templo el amo
que buscáis
el mensajero de la alianza que deseáis.

A primera vista parecen intervenir dos personajes: el soberano que envía y el mensajero enviado; éste lleva tres títulos. "Mensajero": compárese con la distinción de Is 63,9. "Amo": aunque "señor" puede decirse del rey (Jr 22,18) y "palacio" del palacio real (1 Re 21,1), aquí parece referirse al "Señor" que viene a "su templo". "Mensajero de la alianza" es el mediador que lleva las negociaciones; nunca se le dio a Moisés semejante título.

Por otros datos parece preferible distinguir dos tiempos en esta profecía: primero viene el heraldo a preparar el camino (Is 40, 3; 57,14; 62,10); después vendrá en persona el buscado y deseado, que puede ser Dios mismo o el Mesías. Dios mismo: según Isaías 11, Ez 43; Ag 2,7-9 Y Mal 3,5. El Mesías: interpretando textos como Is 42,6; 49,8; 55,3, según lo lee Heb 9,15. 

3,2-3 Juicio por el fuego: Is 1,25; 4,4; Ez 22,20; Zac 13,9. En hebreo suenan muy parecidos "alianza" y "lejía", "buscáis" y "lavanderos". 

3,3-4 Sólo se mencionan ofrendas, no sacrificios. 
  
3,22-24 El mismo autor o uno posterior pensó que la noticia de 3,1 merecía un desarrollo especial. Así, al final de los libros proféticos se reúnen Moisés y Elías, la ley y la profecía, en buen concierto; hasta que se reúnan en el monte de la transfiguración como testigos fehacientes del Mesías (Mt 17,1-12 par). La tarea de Moisés es proclamar la ley; convertir el corazón le toca al profeta. La leyes un recuerdo, la profecía una esperanza. Moisés no volverá, Elías sí. La especulación sobre la vuelta de Elías se alimenta del relato de su rapto celeste (2 Re 2) y de esta nota de Malaquías. Ben Sira recoge la leyenda como cosa aceptada (Eclo 48,9s), y los evangelios explican su sentido (Mt 11,15; 17,10).

La tarea de Elías será reconciliar las generaciones divididas para que la tierra no sea destruida. El final de Malaquías se destaca de su contexto con valor permanente.
 
Salmo: 25,4-5ab.8-9.10.14

4 Indícame, Señor, tus caminos,
enséñame tus sendas;
5 encamíname con tu fidelidad, enséñame,
5b En ti espero todo el día
8 Bueno y recto es el Señor; por eso
señala a los pecadores el camino;
9 encamina con el mandato a los humildes,
enseña a los humildes su camino.
10 Las sendas del Señor son lealtad y fidelidad
para los que observan la alianza y sus preceptos.
14 El Señor se confía a sus fieles
y con su alianza los instruye.

Explicación.

25,4 Dios traza el camino de antemano, como en un mapa; por eso se llaman "tus caminos".

25,5 La guía de Dios no es acto de poder, sino gesto de favor y acto de salvación.

25,5b.7b Con una simple trasposición completo el verso de la letra W.

25,8 Bondad y rectitud se temperan mutuamente. Por ellas Dios está dispuesto a guiar incluso a los pecadores, precisamente a los pecadores.

25,9 "Humildes": es un tiempo concepto sociológico, son los marginados; después se hace concepto teológico y llega a identificarse con los judíos oprimidos y fieles.

25,10 La alianza es compromiso mutuo: cfr. Ex 20,6; Dt 26,17-19.

25,14 Dios confidente, íntimo; relación que no se concilia con el temor, sí con el respeto; Job 29,4; Prov 3,32.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Un salmo tan convencional no se presta a una trasposición global. Se puede leer Rom 5,5 con cita o resonancia del v.3. Los temas de enseñanza y camino y alianza entran fácilmente en el nuevo cauce espiritual. 

EVANGELIO.  Lucas (1,57-66): 

57 A Isabel se le cumplió el tiempo de dar a luz y tuvo un hijo.
58 Sus vecinos y parientes se enteraron de lo bueno que había sido el Señor con ella y compartían su alegría.
59 A los ocho días fueron a circuncidar al niño y empezaron a llamarlo Zacarías, por el nombre de su padre.
60 Pero la madre intervino diciendo:
- ¡No!, se va a llamar Juan.
61 Le replicaron:
- Ninguno de tus parientes se llama así.
62 Y por señas le preguntaban al padre cómo quería que se llamase.
63 El pidió una tablilla y escribió: "Su nombre es Juan", y todos quedaron sorprendidos.
64 En el acto se le soltó la lengua y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
65 Toda la vecindad quedó sobrecogida; corrió la noticia de estos hechos por toda la sierra de Judea
66 y todos los que lo oían los conservaban en la memoria, preguntándose:
- ¿Qué irá a ser este niño?
Porque la fuerza del Señor lo acompañaba.

Explicación.

Alegría compartida por el nacimiento de Juan (57s: cf. 1,14), como por el nacimiento de Isaac (Gn 21,6-8).

El nombre de Juan, ruptura con la tradición familiar (61). Se cumple la promesa y cesa el castigo (64); la bendición se expresará en el cántico (68ss). Se ve en estos hechos una intervención divina (65s). 

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