domingo, 19 de enero de 2020

6 DE ABRIL

PRIMERA LECTURA. Isaías 42,1-7.

Dios presenta a su siervo (Is 49; 50; 53; Mt 12,18-21). 

1Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu,
para que promueva el derecho en las naciones.
2No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
3La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho,
4no vacilará ni se quebrará, hasta implantar
el derecho en la tierra,
y su ley que esperan las islas.

Dios habla a su siervo.

5Así dice el Señor Dios,
que creó y desplegó el cielo,
afianzó la tierra con su vegetación,
dio el respiro al pueblo que la habita
y el aliento a los que se mueven en ella.
6Yo, el Señor, te he llamado para la justicia,
te he tomado de la mano, te he formado
y te he hecho alianza de un pueblo,
luz de las naciones.
7Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión
y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas;

Explicación.

42,1-4. El oficio se recibe por elección y por el don del espíritu: el elegido es mediador carismático. Su empresa es implantar el derecho, según la voluntad de Dios. Realizará la empresa no con las armas y por la fuerza, sino con un nuevo estilo: mansedumbre con lo débil y vacilante (como Moisés, según Nm 12,3), pero firmeza y tenacidad en aguantar y cumplir. El ámbito es universal: el reino de la justicia es lo que oscuramente esperan los pueblos desconocidos. Citado en Mt 3,17 y Mc 1,11.

42,6. La expresión hebrea podría traducirse por "con justicia, legítimamente". Prefiero el sentido de finalidad. Hacia dentro, el enviado será "alianza", aglutinante del pueblo y mediador de la alianza con Dios (cfr. 2 Sm 5,3). Para los paganos será luz nueva (cfr. 2,5 y Lc 2,32).

42,7. Con valor simbólico: "abre los ojos" a los que estaban encarcelados en las tinieblas (cfr. Sab 17,2).

SALMO. 27,1-3.13-14.

1 El Señor es mi luz y mi salvación:
¿a quién temeré?
el Señor es baluarte de mi vida:
¿de quién me asustaré?
2 Cuando me atacan los malhechores
para tragarme vivo,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
3 Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no teme;
si entran en batalla contra mí,
aun así yo confío.
13 Yo en cambio espero gozar
de la dicha del Señor en el país de la vida.
14 -Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

Explicación.

27,1 Los tres títulos de Dios son un programa. Luz: Sal 36,10: Salvación Sal 18,3.47; baluarte Sal 31,3.5. Sobre el temor: Jr 1,17; Is 51,12.

27,2 "Tragarme vivo": a la letra "comer la carne"; Is 9,19; 49,26.

27,13 "Yo en cambio": fórmula hebrea muy dudosa. Algunos lo toman como juramento. Hay que colocar el segundo hemistiquio en paralelo con 4c: en vez de belleza, bondad, en vez de templo, tierra de los vivos.

27,14 ¿Quién pronuncia las frases? - Un sacerdote, un profeta cúltico, o una voz interior. Siendo texto de repertorio, la asignación queda abierta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

El tema de la confianza en Dios adquiere urgencia y validez renovadas por la revelación de la paternidad de Dios y la victoria de Cristo. Véase Jn 14,1s; 16,3; Lc 11,13; 1 Cor 1,3-5. 

EVANGELIO. Juan 12,1-11.

La comunidad celebra la vida (12, 1-8)

1. Jesús, seis días antes de la Pascua, fue a Betania donde estaba Lázaro, el muerto al que él había levantado de la muerte.
2. Le ofrecieron allí una cena, y Marta servía; Lázaro era uno de los que estaban reclinados con él a la mesa.
3. Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo auténtico de mucho precio, le ungió los pies a Jesús y le secó los pies con el pelo. Y la casa se lleno de la fragancia del perfume.
4. Pero Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que iba a entregarlo, dijo:
5. -¿Por qué razón no se ha vendido ese perfume por trescientos denarios de plata y no se ha dado a los pobres?
6. Dijo esto no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban.
7. Dijo entonces Jesús:
-¡Déjala!, que lo guarde para el día de mi sepultura;
8. pues a los pobres los tenéis siempre entre vosotros, en cambio a mí no me vais a tener siempre.

La comunidad, centro de atracción (12, 9-11)

9. Una gran multitud de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había levantado de la muerte.
10. Los sumos sacerdotes, por su parte, acordaron matar también a Lázaro,
11. porque debido a él muchos de aquellos judíos se marchaban y daban su adhesión a Jesús.

EXPLICACIÓN.

1-8. La Pascua, sin la determinación “de los Judíos” (2,13; 6,4; 11,55), porque la que va a celebrarse es la de Jesús. Betania, sin localización precisa (cf. 1,28; 11,18), lugar de la comunidad de Jesús. Allí está Lázaro, muerto y vivo al mismo tiempo; es la comunidad de Jesús donde la vida ha vencido a la muerte. Esta cena (13,2.4; 21,10) (2), que sustituye al banquete fúnebre, es una acción de gracias a Jesús por el don de la vida. Marta representa a la comunidad donde el amor se traduce en servicio. Lázaro, que se había marchado con el Padre (11,00), está presente en la comunidad, lugar de la presencia del Padre (14,23); la representa en cuanto vencedora de la muerte.

María (3) representa a la comunidad en su relación íntima con Jesús. Su gesto muestra su agradecimiento por el don de la vida; el precio del perfume es símbolo de su amor sin tasa. Asume el papel de Esposa respecto a Jesús, el Esposo (3,29) (Cant 1,12: el perfume de nardo). El perfume simboliza el amor de la comunidad por Jesús; le secó los pies con el pelo, alusión a Cant 7,6, significando el amor de Jesús por los suyos. La casa se llenó, etc.: ambiente de la comunidad, la fragancia del amor/Espíritu (contraste con Jr 25,10 LXX; cf. Cant 1,3), perfume de vida e inmortalidad, que tiene por centro a Jesús.

No todos los discípulos aceptan el mensaje (4-5). Judas no comprende el servicio ni el amor; como pretexto, pone la actividad externa de la comunidad por encima de la expresión de su propia vida; como si se pudiera amar a otros sin experimentar el amor de Jesús y de los miembros del grupo. Pretende oponer los pobres a Jesús.

Mentiroso y ladrón (6): en realidad no opone Jesús a los pobres, sino a su propio interés. Le molesta el amor demostrado porque impide su provecho personal. El que pretende ocuparse de los pobres, en vez de compartir (6,11), se apropia de lo ajeno (se llevaba).

El homenaje que tributa la comunidad a Jesús tiene por motivo la victoria de la vida sobre la muerte. Cuando llegue el momento de la muerte de Jesús deberán afirmar de nuevo esa victoria (7). Pero el perfume no será conservado (19,38).

A través de su muerte, Jesús va a vincularse con todos los pobres, oprimidos, perseguidos de este mundo. El amor que Jesús comunica lleva a la comunidad a acoger a los pobres, a los que tiene con ella y en medio de ella. 


9-11. Allí (9), en la comunidad. No sólo Jesús, sino también su comunidad, representada por Lázaro, el muerto-vivo, se convierte en centro de atracción. Repercusión de este testimonio entre los adictos a la institución judía. Las autoridades religiosas reaccionan, sin vacilar ante un nuevo homicidio (10); se proponen suprimir también al grupo de los que poseen esa vida, cuya realidad provoca el éxodo de sus partidarios (11).

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