sábado, 24 de octubre de 2020

28 DE NOVIEMBRE

 2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Primera lectura Apocalipsis 22,1-7:

1 Me mostró entonces el ángel un río de agua viva, luciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
A mitad de la calle de la ciudad, a un lado y otro del río, crecía el árbol de la vida: da doce cosechas, una cada mes del año, y las hojas del árbol sirven de medicina a las naciones. (Ez 47,12).
3 No habrá ya nada maldito. En la ciudad estará el trono de Dios y del Cordero, y sus siervos le prestarán servicio,
4 lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.
5 Noche no habrá más, ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor Dios irradiará luz sobre ellos y serán reyes por los siglos de los siglos.
6 Me dijo: "Estas palabras son dignas de fe y verdaderas". El Señor Dios que inspira a los profetas envió su ángel para que mostrase a sus siervos lo que tiene que suceder en breve.
7 "Voy a llegar en seguida, dichoso el que hace caso de la profecía contenida en este libro".

EXPLICACIÓN

El ángel (22,1): se suple el sujeto para evitar la ambigüedad. Río de agua viva, cf. Zac 14,8; Ez 47,1-12, río que sale del templo y que hace el desierto fértil. En la nueva ciudad, el río es de agua via/vivificante, símbolo del Espíritu (Jn 7,38), y sale de Dios mismo y de Jesús; el trono, singular, condición divina de Jesús, el Hombre-Dios; luciente/brillante como cristal, se asocia al agua el tema de la luz (1). A mitad de la calle (2): la vida definitiva se realiza en el contexto social (calle/plaza) propio de la ciudad. El árbol de la vida (cf. Ez 47,12; Gn 2,9; 3,22) se multiplica a los lados del río: abundancia de vida, fruto del Espíritu, incesante(doce cosechas); las hojas, medicinas, cf. Ez 47,12; para las naciones, que, integradas en la nueva Jerusalén, se mantienen en plena salud.

Nada maldito, o bien, "maldición alguna". En la ciudad, el trono: el cielo (cf. 4,2) ha bajado a la tierra. Servicio de todos a Dios y al Cordero, considerados como uno (3). Intimidad (cara a cara, cf. Sal 17,15; 42,3); su nombre (de Dios y del Cordero) en la frente, identificación con Dios y de todos entre sí (4). Ausencia de noche, cf. 21,25; reyes (cf. Dn 7,18.27), corrige "siervos" (v.3), expresando la suprema dignidad y libertad de que gozan; por los siglos, inmutabilidad de esta condición (3). Las visiones terminan con la mención de la luz de Dios y de la dignidad del hombre.

El epílogo presenta cierta forma de diálogo, pero a menudo es muy difícil determinar quién es el sujeto que habla.

EL ángel certifica la verdad de lo contenido en el libro (cf. 21,5); que inspira a los profetas: en gr. pneuma puede significar "espíritu" o "inspiración", cf. 1 Jn 4,1-3; se trata de los profetas cristianos, bien conocidos en las comunidades; la profecía de Juan es un desarrollo de esa línea profética; lo que tiene que suceder en breve, Juan espera que el proceso de caída de los poderes descrito en el libro empiece a notarse en la historia (6).

Tres veces anuncia Jesús en este capítulo la proximidad de su llegada (cf. 22,12.20) (7).

Sal 95,1-7(Heb 3,7-4,10) 
1Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
2entremos a su presencia con acción de gracias,
vitoreándolo al son de instrumentos. 
3Porque el Señor es el Dios Máximo,
rey supremo de todos los dioses.
4En sus manos las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes.
5Suyo es el mar porque él lo hizo,
y la tierra firme que modelaron sus manos.  
6Entrad, doblegados rindamos homenaje
bendiciendo al Señor, Creador nuestro.
7Que él es nuestro Dios y nosotros su pueblo,
el rebaño de su aprisco.  
EXPLICACIÓN.
95,1-2 Invitatorio primero. Se pone en marcha la procesión entre gritos, aclamaciones y música.
95,3 Creo que se refiere polémicamente a divinidades extranjeras, sin discutir su entidad, sin una postura tajante como la de Is 40-55. En el panteón babilónico se distinguen dioses mayores y menores.
95,4-5 Soberanía sin esfuerzo, creación sin lucha. En cuatro hemistiquios nos ofrece una vista panorámica: simas y cimas, mar y tierra firme. En el panteón de Mesopotamia los dioses se reparten las zonas de influencia; en Israel Yhwh concentra todo el poder.
95,6-7a Invitatorio segundo. Entrada y homenaje al "Hacedor" del pueblo: Is 27,7; 44,2; 51,13 etc.), y pastor del "rebaño": Sal 74,1; 79,13; 100,3.
95,7b Una voz invita a escuchar "hoy" un mensaje actualizado.
Transposición cristiana.
Nos la da hecha el comentario de Heb 3,7-4,11, aplicado a la situación cristiana.
EVANGELIO: LUCAS 21,34-36
EXHORTACIÓN A LA VIGILANCIA.

34 Andaos con cuidado, que no se os embote la mente con el vicio, la borrachera y las preocupaciones de la vida, y el día aquel se os eche encima de improviso;
35 porque caerá como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra.
36 Ahuyentad el sueño y pedid fuerza en cada momento para escapar de todo lo que va a venir y poder manteneros de pie ante el Hombre.
Explicación.
(34-36) Aviso a los discípulos: el día aquel (34), distinto del de la destrucción de Jerusalén, es el de la llegada del Hombre (v.27), que sigue a la caída de los opresores. Los discípulos han debido prepararlo, desafiando a la persecución y la muerte (vv. 12-19).

Para ello, evitar la vida disoluta y la preocupación por el dinero, que ahogan el mensaje (cf. 8,14) y les impedirían buscar el reinado de Dios (cf. 12,31). Si están integrados en la sociedad injusta que se deshace, correrán su misma suerte, la llegada del Hombre no será para ellos liberación (v.28) (35). Actividad, aguante y confianza (cf. v.19); así, el encuentro con el Hombre que llega será para ellos vida (cf. 12,40) (36).

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Eclesiástico 45,1-5

Salmo. 16,1-2.5-8.11

Evangelio. Lucas 10,1-9

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