Primera Lectura. Proverbios 31,10-13.19-20.30-31.
10Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?
Vale mucho más que los corales.
11Su marido se fía de ella
y no le hacen falta despojos.
12Le trae ganancias y no pérdidas
todos los días de su vida.
13Adquiere lana y lino,
sus manos trabajan a gusto. 19Extiende la mano hacia el huso
y sostiene con la palma la rueca.
20Abre sus palmas al necesitado
y extiende sus manos al pobre.
30Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura,
la que respeta al Señor merece alabanza.
31Cantadle por el éxito de su trabajo,
que sus obras la alaben en la plaza.
Explicación.
31,10 Autores antiguos, en traducción mimética del latín, la llamaron "mujer fuerte" exaltando su fortaleza o entereza. Véanse 18,22; Eclo 7,23; 36,29.
31,11 Los "despojos" suelen tener carácter militar, fruto de saqueos.
31,12 Adquirir tal mujer ha sido buena inversión, que ella paga con bienes materiales y no sólo con agradecimiento sentimental.
31,13 Según Os 2,7.11 es el marido quien procura lana y lino.
31,19-20 La diligencia del ama de casa se ocupa de la beneficencia. Véanse Dt 15,11; Is 58,1-12.
Se puede preguntar si esta figura personifica a la Sensatez o simboliza a la matrona Jerusalén. Creo que eso es fruto de lecturas posteriores.
Salmo. 128,1-5.
1 ¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
2Comerás de la fatiga de tus manos,
serás dichoso, te irá bien.
3Tu mujer como parra frondosa
en la intimidad de tu casa,
tus hijos como renuevos de olivo
alrededor de tu mesa.
4Ésa es la bendición del varón
que respeta al Señor.
5Que te bendiga el Señor desde Sión.
y gozarás de la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida,
Explicación.
128 Género y colocación. Bienaventuranza que canta la felicidad de la vida familiar en el contexto de Jerusalén e Israel. El paradigma de la dicha está expresado con el
doble "dichoso" (1.2), el doble "bendecir" (4.5), el doble "bien" (2.5b) y el final "paz". Por su colocación, completa y corrige el precedente: menciona la esposa y exalta el valor del trabajo humano; no será "en vano" si lleva la bendición de Dios. La vida familiar está reducida a lo elemental: es monógamo y de familia numerosa. El padre atiende al trabajo, la madre a la casa; la mesa simboliza y realiza la unidad familiar.
Las dos imágenes son vegetales, parra y olivo; sugieren lozanía, fecundidad, crecimiento. Parra o vid es imagen tradicional: p. ej. Is 5,1-7; Ez 19,10s. En un segundo momento, tanto la vid como el olivo pueden simbolizar a Israel: Jr 11,16. A través de dicho simbolismo pasamos al final del salmo: Jerusalén es la madre, Israel son los hijos.
128,1 Son correlativos respetar al Señor y seguir los caminos que él nos traza.
128,2 Es bendición trabajar produciendo y disfrutar de lo producido: Is 65,21-23; Am 9,14.
Transposición cristiana.
La clave se encuentra en el símbolo matrimonial de Cristo y la Iglesia, según Ef 5. También es aplicable al sacramento del matrimonio, que renueva la bendición genesíaca.
En clave escatológica: el cristiano disfrutará del fruto de su fatiga: Rom 8,18; Ap 14,13.
Segunda Lectura. 1 Tesalonicenses 5,1-6.
1Acerca del tiempo y las circunstancias, no necesitáis, hermanos, que se os escriba, 2pues sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón de noche. 3Cuando estén diciendo "hay paz y seguridad", entonces les caerá encima de improviso el exterminio, como los dolores a una mujer encima de improviso el exterminio, como los dolores a una mujer encinta, y no podrán escapar. 4A vosotros, en cambio que no vivís en tinieblas, ese día no tiene por qué sorprenderos como un ladrón, 5pues todos vivís en la luz y en pleno día. No pertenecemos a la noche ni a las tinieblas, 6por eso no durmamos como los demás, estemos despiertos y despejados.
Explicación.
Preocupación de los cristianos sobre la fecha de la venida. Sólo se sabe que llegará por sorpresa, sin preparación ni anuncio (5,1-2). Concepción vindicativa: la venida será un juicio condenatorio par alo sque no aceptan el evangelio y salvación para los fieles (3-4). Hay que estar siempre alerta y en guardia: fe, amor, esperanza (cf. Ef 6,13-17; Is 59,17) (5-8).
Evangelio. Mateo 25,14-30 o 25,14-15.19-21.
14Es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: 15 a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, según sus capacidades; luego se marchó.
16El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar. Con ellos y ganó otros cinco; 17 el que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros. dos; 18 en cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
19 Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a saldar cuentas con ellos. 20Se acercó
al que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
-Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.
21Su señor le respondió:
-¡Muy bien, empleado bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho; pasa a la fiesta de tu señor.
22Se acercó luego el que había recibido dos talentos, y
dijo:
-Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.
23Su señor le respondió:
-¡Muy bien, empleado bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho; pasa a la fiesta de tu Señor.
24Finalmente se acercó al que había recibido un talento
y dijo:
-Señor, supe que eres hombre duro, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; 25 Me asusté y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.
26El señor le replicó:
-¡Empleado malvado y holgazán! ¿Sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? 2 Pues entonces debías haber puesto mi dinero en el banco, para que al volver yo pudiera recobrar lo mío con los intereses.
28Quitadle el talento de plata y dádselo al que tiene diez; 29 porque al que produce se le dará hasta que le sobre, mientras al que no produce se le quitará hasta lo que había recibido. 30y a ese empleado inútil, echadlo fuera, a las tinieblas: allá será el llanto y el rechinar de dientes.
EXPLICACIÓN.
14-30. Vuelve a inculcar el sentido de responsabilidad: hay que poner a la obra los dones recibidos. La pusilanimidad y el miedo al riesgo, que nacen de un falso concepto del Señor (25), son intolerables; cf. 13,12.
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