2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura: 2 Samuel 6,12-15.17-19.
12Informaron a David:
-El Señor ha bendecido a la familia de Obededom y toda su hacienda en atención al arca de Dios.
Entonces fue David y llevó el arca de Dios desde la casa de Obededom a la Ciudad de David, haciendo fiesta. 13Cuando los portadores del arca del Señor avanzaron seis pasos, sacrificó un toro y un ternero cebado. 14E iba danzando ante el Señor con todo entusiasmo, vestido sólo con un roquete de lino. 15Así iban llevando David y los israelitas el arca del Señor entre vítores y al sonido de las trompetas. 17Metieron el arca del Señor y la instalaron en su sitio, en el centro de la tienda que David le había preparado. David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión al Señor, 18y cuando terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los ejércitos; 19luego repartió a todos, hombres y mujeres de la multitud israelita, un bollo de pan, una tajada de carne y un pastel de uvas pasas a cada uno. Después se marcharon todos, cada cual a su casa.
Explicación.
6,17 Esto indica que la tienda del desierto no se conserva. El Arca ha tenido una casa propia en Siló y casa prestada en otras poblaciones.
6,18-19 David oficia como sacerdote: Lv 9,22; Nm 6,22-27.
6,19 Hen 8,10-12.
Salmo. 24,7-10.
7 ¡Portones, alzad los dinteles!
que se alcen las antiguas compuertas:
que va a entrar el Rey de la Gloria.
8 -¿Quién es ese Rey de la Gloria?
-El Señor, héroe valeroso,
el Señor, héroe de la guerra.
9 -¡Portones, alzad los dinteles!
alzad las antiguas compuertas:
que va a entrar el Rey de la Gloria.
10 -¿Quién es el Rey de la Gloria?
-El Señor de los Ejércitos,
él es el Rey de la Gloria.
Explicación.
24,7-9 El segundo diálogo adopta un tono ritual y solemne. Emplea en clave dramática la imagen de unas puertas personificadas, que han de cumplir una orden. El Señor aparece como rey victorioso en la guerra.
24,7 2 Sm 6,13-15; Ez 43,4s.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
1 Cor 10,26, cita el primer verso del salmo para justificar la libertad cristiana. La tradición antigua y la liturgia aplican el salmo a la ascensión de Jesucristo; algunos autories componen con la fantasía una escena celeste, con diálogo de ángeles. El cortejo se identifica con la comunidad cristiana.
Evangelio. Marcos 3,31-35.
La nueva familia de Jesús
(Mt 12,46-50; Lc 8,19-21)
31Llegó su madre con sus hermanos y, quedándose fuera, lo mandaron llamar. 32Una multitud de gente estaba sentada en torno a él. Le dijeron:
-Oye, tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera.
33Él les contestó:
-¿ Quiénes son mi madre y mis hermanos?
34Y, paseando la mirada por los que estaban sentados en corro en torno a él, añadió:
-Mirad a mi madre y a mis hermanos. 35Cualquiera que cumpla el designio de Dios, ése es hermano mío y hermana y madre.
EXPLICACIÓN.
(3,31-35): En paralelo con los Doce, que estaban con Jesús en casa» (3,20), aparece el grupo de seguidores que no procede de la institución judía. Contraste entre la familia que se queda fuera y los que están sentados en torno a Jesús (= «estar con Jesús», cf 3,14, la adhesión incondicional y permanente). La madre, sin nombre, es figura del antiguo Israel, del que procede Jesús; los hermanos, de los judíos de su comarca. No se trata tanto de las personas como de mostrar la hostilidad hacia Jesús del ambiente donde se ha criado (31-32). La nueva familia, independiente de raza o pueblo. Única condición para pertenecer, cumplir el designo de Dios = dar la adhesión a Jesús (34-35; d. 2,5: la fe). Jesús no se considera vinculado a su pueblo (madre, hermanos), que rechaza el mensaje, sino a cualquier hombre que le dé su adhesión.
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura: Sabiduría 7,7-10.15-16
7Por eso supliqué y se me concedió la prudencia,
invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría.
8La preferí a cetros y tronos,
y en su comparación tuve en nada la riqueza;
9no le equiparé la piedra más preciosa,
porque todo el oro a su lado es un poco de arena,
y, junto a ella, la plata vale lo que el barro;
10la quise más que a la salud y la belleza
y me propuse tenerla por luz,
porque su resplandor no tiene ocaso.
La Sabiduría me lo enseñó
15Que me conceda Dios saber expresarme
y pensar como corresponde a ese don,
pues él es el mentor de la sabiduría
y quien marca el camino a los sabios.
16Porque en sus manos estamos nosotros y nuestras palabras,
y toda la prudencia y el talento.
Explicación.
7,7 Eclo 51,22 coloca ese momento en la juventud, Eclo 39,1-11 insiste en la oración para conseguir el don de la sabiduría. La bina sabiduría-prudencia es sinonímica (hokma-
bina), pero rompe la forma común ese "espíritu": cfr. Eclo 39,9; Is 11,2. La ecuación ha sido propuesta desde el principio del libro, 1,5-7. El verbo "venir" recoge la personificación de 6,16 y 1,4.
7,8-10 De la serie de bienes referida en 1Re 3 se aparta el autor con su enumeración septenaria, en la que ocupan máximo espacio las riquezas y puesto supremo la luz. El modo de comparación, synkrisis, para exaltar el valor, es lugar común de la literatura bíblica y de la griega: véanse Prov 3,14-15; 8,11; 8,19; 1 Re 10,27; Prov 4,22. El último miembro cambia de forma: no es algo más que la luz, sino que es la auténtica luz.
7,15 Saber expresarse es parte de la sabiduría tradicional, lo muestran textos como EcI 12,9-10; Prov 26,7; 1 Re 5,12, y naturalmente toda la actividad literaria sapiencial; don de Dios, diverso de la palabra profética.
7,16 Véase 3,1; Prov 16,1.
Salmo: 119,9-14
9¿Cómo limpiará un joven su senda?
-Observando tu consigna.
10Te busco de todo corazón:
no me desvíes de tus mandatos.
11Guardo en el corazón tu promesa
para no pecar contra ti.
12iBendito eres, Señor!,
enséñame tus normas.
13Mis labios recitarán
todo lo que manda tu boca.
14En el camino de tus preceptos disfruto
más que con cualquier fortuna.
Explicación.
119,9-16 Juntando los versos 1 0.11.13. 14, obtenemos la serie "corazón, labios, camino = conducta", como nuestro de pensamiento, palabra y obra. Los versos 14 y 16 expresan el gozo: el orante no siente la ley como traba o peso.
Evangelio: Mateo 23,8-12
8 Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ·Rabbí", pues vuestro maestro es uno solo y vosotros todos sois hermanos;
9 y no os llamaréis "padre" unos a otros en la tierra, pues vuestro Padre es uno solo, el del cielo;
10 tampoco dejaréis que os llamen "directores", porque vuestro director es uno solo, el Mesías.
11 El más grande de vosotros será servidor vuestro.
12 A quien se encumbra, lo abajarán, y a quien se abaja, lo encumbrarán.
Explicación.
Rabbí: "señor mío, monseñor". Insiste en la igualdad entre los discípulos (8): ningún rango o privilegio. Padre (9): título de los maestros, en cuanto transmisores de la tradición y modelos de conducta. Lo mismo que Jesús no tiene padre humano, tampoco los suyos han de reconocerlo en el sentido dicho. Único modelo, el Padre del cielo (5,48). Director o guía espiritual (10): sólo a Jesús hay que seguir. La verdadera grandeza (11). Dios juzga las actitudes humanas (12).
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