domingo, 1 de diciembre de 2019

19 DE ENERO

Primera Lectura: Isaías 49,3.5-6.

Segundo cántico del siervo: la misión (Is 42,1-9; 50,4-9; 53)

3Y me dijo: "Tú eres mi siervo (Israel), de quien estoy orgulloso".
5Y ahora habla el Señor, que ya en el vientre me formó siervo suyo,
para que le trajese a Jacob,
para que le reuniese a Israel
-tanto me honró el Señor,
y mi Dios fue mi fuerza-:
6Es poco que seas mi siervo
y restablezcas las tribus de Jacob
y conviertas a los supervivientes de Israel;
te hago luz de las naciones,
para que mi salvación alcance
hasta el confín de la tierra.

Explicación.

49,5 "Traer y reunir" puede aludir al destierro y también al cisma que será anulado (11,13).

49,6 La tarea del patriarca era doméstica, fundacional; la del nuevo personaje será internacional: un cambio de la suerte espectacular.

Salmo 40,2.4.7-10.

 2 Yo esperaba con ansia al Señor:
se inclinó a mí y escuchó mi grito.
4 Me puso en la boca un canto nuevo
de alabanza a nuestro Dios.
Muchos al verlo quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor.
7 Sacrificios y ofrendas no los quieres;
me has cavado oídos;
no pides holocaustos ni víctimas expiatorias.
8 Entonces yo digo: "aquí he venido".
En el texto del rollo se escribe de mí
9 que he de cumplir tu voluntad:
y yo lo quiero, Dios mío,
llevo tu instrucción en las entrañas.
10 He proclamado el derecho
a una asamblea numerosa.
No he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes.

Explicación.

40,2-4 El comienzo es una secuencia en cuatro escenas rápidas. Un hombre se debate en el lodo de una ciénaga, que amenaza tragárselo aprovechando sus esfuerzos; grita. Alguien lo saca y coloca sus pies en roca firme. Al sentir la solidez bajo los pies, rompe a cantar de gozo y agradecimiento. Un grupo que asistía expresa su confianza en el liberador.

40,2 La forma enfática traduce la expectación, casi la impaciencia del aguardar.

40,4 "Poner en la boca" es fórmula de alcance profético: Dt 18,18; Jr 1,9; 5,14.

40,7-9 Es importante apreciar paralelismos y correlaciones. En esquema: sacrificios / holocaustos, oídos / escrito, vengo / quiero. El primero es un merismo que abarca el culto. El segundo sugiere un encargo oral y uno escrito. El tercero es correlativo del anterior y se articula en dos piezas complementarias: el acto de presentarse y la disponibilidad para ejecutarlo.

40,7 Los sacrificios se relativizan (Eclo 34,18-35,26). "Cavar los oídos" es metáfora única. La imagen parece fijarse en la hondura corporal que abre el oído hacia el interior del hombre: compárese con Is 50,4s.

40,8b-9 Lo que más interesa del texto es la asimilación del encargo y por implicación del tema. Lo que estaba en un "escrito", pasa a estar "en las entrañas"; el texto de la proclamación está amorosamente asimilado. Compárese con Ez 3,3.

40,10-11 La proclamación se enuncia en cuatro verbos y seis sustantivos. El insistir en formas negativas, el apelar al testimonio de Dios, hace sospechar algún riesgo en el encargo, como si algo grave indujera al silencio. El verbo positivo, "evangelizar", significa en la vida civil anunciar una buena noticia. Es típico del profeta del destierro, que también tropezaba con resistencia y hostilidad: Is 40,9; 41,27; 52,7 y 60,6; 61,1; Sal 96,2. El "derecho" recurre también en Is 41,2-10; 42,6.21; 45,19; 51,1.5.7. Los otros sustantivos, con posesivo "tu", pertenecen a una tradición ancha, también presente en el salterio.
Ahora imaginemos que ha comenzado la predicación, que provoca resistencia, oposición, persecución; el orante invoca el auxilio de quien le encomendó la tarea. Es lo que sigue en 12-18.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La carta a los Hebreos recoge y comenta la parte central del salmo, según la versión griega de los LXX. En vez de "me cavaste oídos", dice "me aparejaste un cuerpo"; traduce "rollo" por "título". De este modo opone el autor a los sacrificios antiguos la entrega del Mesías. De aquí arranca el uso de los antiguos de poner todo el salmo en boca de Cristo y después en boca de la Iglesia.  

Segunda Lectura. 1 Corintios 1,1-3.

     1Pablo, apóstol del Mesías Jesús por designio y llamamiento de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, 2a la iglesia que está en Corinto, a los que han sido consagrados por el Mesías Jesús, llamados y consagrados con todos lo que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesús Mesías, Señor de ellos y nuestro. 3Os deseamos el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús Mesías.

Explicación.

La salutación tiene las tres partes de costumbre: mención del remitente (1), de los destinatarios (2) y saludo (3).

Evangelio. Juan 1,29-34.

Identidad y misión del Mesías.

29. Al día siguiente, vio a Jesús que llegaba hacia él, y dijo:
- Mirad el Cordero de Dios, el que va a quitar el pecado del mundo.
30. Éste es de quien yo dije: “Detrás de mí llega un varón que estaba ya presente antes que yo, porque existía primero que yo”.
31. Tampoco yo sabía quién era, pero si yo he venido a bautizar con agua es para que se manifieste a Israel.
32 Y Juan dio este testimonio:
-He contemplado al Espíritu bajar como paloma desde el cielo y quedarse sobre él.
33. Tampoco yo sabía quién era; fue el que me mandó bautizar con agua quien me dijo: “Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y se queda, ése es el que va a bautizar con Espíritu Santo”.
34. Pues yo en persona lo he visto y dejo testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

Explicación.

29-34. Segundo día. Testimonio de Juan para toda época (sin oyentes determinados) acerca de Jesús. Centro (32): Jesús, el portador del Espíritu (plenitud de vida y amor del Padre). Relación con el prólogo 1,30 repite 1,15. A la luz de 1,14 (clave de éxodo), el Cordero de Dios alude al cordero pascual, cuya sangre liberó al pueblo israelita de la muerte y cuya carne fue su alimento. Se anuncia, pues, la muerte de Jesús y la nueva Pascua (fiesta) / éxodo (liberación).

Como paloma (32) alude a Gn 1,2: “el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas”. Termina de realizarse el proyecto creador: la comunicación plena del Espíritu a Jesús hace realidad al Hombre-Dios (1,1) Consagración mesiánica (10,36; Is 1,1ss; 42,1; 61,1ss), origen divino de la persona y misión de Jesús (3,13; 6,42.50.51.58; cf.1,18). La esfera del Espíritu se encuentra donde está Jesús (cf. 4,24). El Espíritu se identifica con la gloria, la plenitud de amor y lealtad (1,14); la misión de Jesús-Mesías consiste en comunicar a los hombres el Espíritu (33) o la gloria (17,22).

El pecado del mundo es la opción por una ideología (tiniebla) que frustra el proyecto creador, es decir, que suprime o reprime en los hombres la vida o la aspiración a ella, impidiendo la búsqueda de la plenitud en uno mismo o en los demás. Al dar la experiencia del Espíritu/vida, Jesús va a quitar el pecado del mundo, va a liberar al hombre de la sumisión a las ideologías de esclavitud. Tampoco yo sabía quién era (31.33), como Samuel no conocía a David (1 Sm 16,11); alusión mesiánica.


El testimonio solemne de Juan (34) tendrá su paralelo en el del discípulo al pie de la cruz (19,35).

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