sábado, 18 de julio de 2020

25 DE AGOSTO

3 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


Primera Lectura. 2 Tesalonicenses 2,1-3.14-17.

  1A propósito de la venida de nuestro Señor, Jesús Mesías, y de nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2que no perdáis fácilmente la cabeza ni os excitéis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. 3Que nadie en modo alguno os desoriente; primero tiene que llegar la apostasía y aparecer la impiedad en persona, el hombre destinado a la ruina, 14Para eso os llamó por medio de la buena noticia que anunciamos, para que sea vuestra la gloria de nuestro Señor, Jesús Mesías. 15Por tanto, hermanos, seguid firmes y mantened las tradiciones que os enseñamos de palabra o por carta. 16Y que ese mismo Señor nuestro, Jesús Mesías en persona y Dios nuestro Padre, que nos ha amado tanto y que graciosamente nos ha dado un ánimo indefectible y una magnífica esperanza, 17os anime interiormente y os afiance en todo bien de palabra y de obra.

Explicación.

Opiniones exageradas sobre la inminencia del Día del Señor. El autor niega haber dado pie a tal creencia (1-2). Contra lo dicho en 1 Tes 5,2s, donde se afirmaba que el día del Señor llegaría de improviso, como un ladrón, aquí se anuncian signos precursores que permitirán conocer su proximidad. Primero, la apostasía, abandono de Dios o rebelión contra él, uno de los temas favoritos del pesimismo de la apocalíptica judía. El juicio no afectará solamente a perseguidores y perseguidos, sino también a la masa de la humanidad, que aún no han tomado partido y que tiene que definirse. En segundo lugar, el mal escondido en la historia humana ha de cristalizar en un personaje que no lleva nombre (no se le llama "el Anticristo", el hombre destinado a la ruina, el blasfemo y enemigo de Dios (Ez 28,2; Dn 11,36); la impiedad en persona, lit. "el hombre de la impiedad". Lenguaje mítico (3-4).

Acción de gracias. Los cristianos, en cambio, salvados por la acción de Dios, conocen la verdad y practican el bien. Consagración por el Espíritu. La adhesión al evangelio hace participar de la gloria del Señor Jesús. Pablo anima a los tesalonicenses a perseverar, y ora para que se vean confirmados en el ánimo y la actividad para el bien (13-17).

Salmo. 96,10-13.


10Decid a los paganos: El Señor es rey:
él afianzó el orbe, y no vacilará;
él gobierna los pueblos rectamente.
11 Alégrense los cielos, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto contiene;
12exulte la campiña y cuanto hay en ella,
aclamen los árboles silvestres
13delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra;
regirá el orbe con justicia
y a los pueblos con fidelidad. 
Explicación.
96,10 La segunda frase está tomada del Sal 93,1, la tercera falta en el paralelo 1 Cr 16,31; algunos suprimen ambas para que quede el clamor escueto.
96,11 Conforme al contexto, el mugido del mar es festivo: es su voz.
96,12 Es el verso más original, síntesis de lo campestre (Dt 32,13) Y lo silvestre.
96,13 Gobernar incluye el juzgar. El hombre puede fiarse de su gobierno. (Comentaré estos versos en el Sal 98).
Transposición cristiana.
Se pueden seguir dos pistas: el adviento y el reinado. Dejando la primera para el Sal 98, me fijo en la segunda. El Apocalipsis canta el reinado del Padre y de su Mesías: 11,15.17; 12,10-12; 19,6; véanse también 1 Cor 15,25; Col 1,13.

Evangelio. Mateo 23,23-26.

23 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, del anís y del comino y descuidáis lo más grave de la Ley: la justicia, el buen corazón y la lealtad. ¡Esto había que practicar!, y aquello..., no dejarlo.
24 ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
                          25 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras dentro rebosa de robo y desenfreno!
26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, que así quedará limpia también por fuera.

Explicación.

Denuncia su pretendida fidelidad (23-24): perversión religiosa total (tragarse el camello, etc.). No sólo omiten lo esencial, sino que su actitud es contraria a toda justicia (25s);


2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Isaías 58,6-11

6El ayuno que yo quiero oír es éste:
abrir las prisiones injustas,
hacer saltar los cerrojos de los cepos,
dejar libres a los oprimidos,
romper todos los cepos;
7partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que ves desnudo
y no cerrarte a tu propia carne.
8Entonces romperá tu luz como la aurora,
en seguida te brotará la carne sana;
te abrirá tu camino tu justicia,
detrás irá la gloria del Señor.
9Entonces clamarás al Señor, y te responderá;
pedirás auxilio, y te dirá: Aquí estoy.
Si destierras de ti los cepos,
y el señalar con el dedo, y la maledicencia;
10si das tu pan al hambriento
y sacias el estómago del indigente,
surgirá tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad se volverá mediodía.
11El Señor te guiará siempre,
en el desierto saciará tu hambre,
hará fuerte tus huesos,
serás un huerto bien regado,
un manantial de aguas
cuya vena nunca engaña,

Expicación.

58,6-7 "Liberar cautivos": el don de la libertad se aprecia más después de la experiencia del destierro. En vez de "afligirse" uno mismo, debe sentir la "aflicción" del prójimo. "Carne" subraya la debilidad e invalidez común a todos. Si el egoísmo cierra, la compasión abre. El dolor compartido establece y mantiene la solidaridad.

58,8-9 Mäs aún. El ayuno auténtico, las obras de misericordia, transfiguran al hombre, casi lo divinizan, como sol que amanece (cfr. Sal 112,4). Abre su cortejo la Justicia, lo cierra la Gloria del Señor (cfr. Sal 85,14; 97,2). Por la caridad el hombre resplandece, porque revela la gloria de Dios (Mt 5,16).

58,10 "Pan": corrigiendo el hebreo según testimonios antiguos. La aurora culmina en mediodía. (Véase la relación entre luz y generosidad en Mt 6,22-23).

58,11-12 Vuelve a dos piezas del esquema del éxodo, introduciendo algunas transformaciones. La comida en el desierto se conserva sin cambio. El agua y la sed: son ellos el desierto, en el que aflora el agua (la beneficencia) que los transforma en huerto. La tierra es ahora la ciudad que será reconstruida. Hay que salir del egoísmo y construir con la caridad. Si ellos reparten pan, no habrá hambre y el desierto será un paraíso; si ellos dan casa, la ciudad será reconstruida. "Tapiador de brechas": véase Am 9,11 y Neh 5.

Salmo. 112,1-9

1Aleluya. Dichoso el que respeta al Señor
y es entusiasta de sus mandatos.
2Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia de los rectos será bendita.
3En su casa habrá riquezas y abundancia,
su justicia se afirma siempre.
4En las tinieblas amanece para los rectos
el Piadoso y Clemente y Justo.
5Dichoso el hombre que se apiada y presta
y administra rectamente sus asuntos:
6porque no vacilará jamás
y será perpetuo el recuerdo del honrado.
7No temerá las malas noticias;
se siente firme confiado en el Señor.
8Su ánimo está firme, sin temer,
hasta ver derrotados a sus enemigos.
9Reparte limosna a los pobres,
su justicia se afirma siempre.
alzará el cuerno con honor*.
Explicación.
112 El esquema normal de la bienaventuranza es: "dichoso el que C - porque será / tendrá X" , o sea, conducta y consecuencias: véanse Job 5,17s; Prov 8,34; Sal 41,2. El mismo esquema rige la malaventuranza final. Domina la idea de la compasión y generosidad; se podría sintetizar así: "dichoso el que es compasivo, porque Dios es compasivo". Los bienes que promete son selectivos.
112,1 a Recoge en parte 111,10a, como programa de vida.
112,1 b Y en paralelo riguroso, el cumplimiento de los mandamientos: véase Eclo 2,9.15.
112,2ab "Poderoso": a la luz de Gn 27,29; Jr 9,2. La "descendencia" como grupo definido: círculo, corporación.
112,3a Atribuyen estos bienes a la Sensatez: Prov 3,16; 8,18.21; 22,4.
112,3b Pienso que "justicia" pertenece a la conducta. Si lo tomamos en sentido restringido tardío, significa "limosna": Eclo 3,14.30; 29,12. En sentido lato dice que la honradez es un valor permanente: cfr. Sab 1,15.
112,4a "Amanece" una mañana liberadora. Tema y palabras se pronuncian a favor del hombre generoso en ls 58,10.
112,4b ¿Quién es el sujeto? Pienso que Dios: según la predicación litúrgica tradicional, Sal 111 ,4b; también "justo" es predicado frecuente de Dios. Ésa es la luz que amanece.
112,5a Eso sí, de la compasión divina aprende el hombre a compadecerse y prestar, aun a fondo perdido: Dt 15,1-11; Prov 11,24.
112,5b "Asunto": otros traducen "mantiene su palabra".
112,6ab "No vacilará" es corriente en el salterio; también Prov 10,30; 12,3. El "recuerdo": Prov 10,7.
112,7a Véase Jr 51,46.
112,7b-8b Amplifican el tema de la seguridad, bsada en la confianza en el Señor.
112,9a Véase Prov 11,24.
112,9c Véase Sal 75 con comentario. * O: la frente con dignidad.
Transposición cristiana.
 En su billete para promover la colecta a favor de los cristianos necesitados de Jerusalén, Pablo cita los versos 9ab: léase 2 Cor 9,6-10. Para la imitación de Dios: Mt 5,48.

Evangelio. Mateo 22,34-40


    34 Los fariseos, al enterarse de que Jesús había tapado la boca a los saduceos, se congregaron
35 y uno de ellos, que era jurista, le preguntó para tentarlo:
                       36 - Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
                       37 Él le contestó:
                       - "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente" (Dt 6,5).
38 Éste es el mandamiento principal y el primero,
39 pero hay un segundo no menos importante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lv 19,18).
40 De estos dos mandamientos pende la Ley entera y los Profetas.

EXPLICACIÓN.

34 - 40. Un jurista, delegado del partido fariseo. Cuestión muy discutida; ordinariamente se consideraba la observancia del sábado el más importante mandamiento (34-36). Jesús responde con los textos de Dt 6,5 y Lv 19,18. Dos mandamientos inseparables: quien da su adhesión a Dios, ha de conformar su conducta a la de Dios, el gran bienhechor del hombre (37s). Todo el AT es una explicitación de estos dos mandamientos (40). Su observancia habría hecho de Israel una sociedad justa, pero el proyecto de Dios ha fracasado (21,13).


3ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Sabiduría 10,10-14

10Al justo que escapaba de la ira de su hermano
lo condujo por sendas llanas
le mostró el Reino de Dios y le dio a conocer los santos;
dio éxito a sus tareas e hizo fecundos sus trabajos;
11lo protegió contra la codicia de los explotadores y lo enriqueció;
12lo defendió de sus enemigos y lo puso a salvo de asechanzas
le dio la victoria en la dura batalla,
para que supiera que la piedad es más fuerte que nada.
13No abandonó al justo vendido,
sino que lo libró de caer en pecado;
14bajó con él al calabozo y no lo dejó en la prisión,
hasta entregarle el cetro real y poder sobre sus tiranos;
demostró la falsedad de sus calumniadores
y le concedió gloria perenne.

Explicación.

10,10-11 Jacob consigue librarse de las intenciones homicidas de Esaú (Gn 27,41-45), la sabiduría ocupa aquí el puesto de Rebeca. Precisamente la ira de su hermano hace de Jacob un gran peregrino. Su punto de partida y de llegada es Betel, donde tiene la visión aquí resumida: el reino de Dios es el mundo celeste, los santos son los ángeles que bajan y suben por la escala o rampa. Las "tareas y trabajos" al servicio de Labán, el explotador: Gn 30,25-43.

10,12 "Enemigos": Labán y Esaú. La "batalla" se refiere a la lucha con el ángel de Gn 32,26-33, en la que consigue una victoria medida. La sabiduría hace comprender al hombre que con la piedad puede incluso medirse con Dios.

10,13 José. El pecado como fuerza amenazadora, personificado en la mujer de Putifar, Gn 39.

10,14 "Calabozo y prisión": sinónimos de la cárcel egipcia. El "cetro real" llevado como emblema por el virrey José Gn 41,37-44. "Gloria perenne", porque permanece en el recuerdo de la posteridad.

Salmo. 89,8.12.20.22.27-28

8Dios es temido en el Consejo de los Santos,
es grande y terrible para toda su corte.
12Tuyos son los cielos, tuya es la tierra;
el orbe y cuanto contiene tú lo cimentaste.
20Un día hablaste en visión
declarando a tus leales:
«He ceñido la diadema a un valiente,
he exaltado a un soldado de la tropa».
22Mi mano estará firme con él
y mi brazo lo hará esforzado.
27EI me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca de salvación».
28y yo lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra.
Explicación.
89,8 Incluso los que tienen acceso y están cerca y "lo rodean" temen ante su "grandeza": Sal 76; Is 2,9-19.
89,10-15 Proclamación de la soberanía cósmica de Yhwh. Lucha primordial y victoria sobre las fuerzas del caos, fundación del orbe (sobre las aguas); define límites y alturas. Al terminar se sienta sobre un trono, que va montado sobre dos figuras personificadas (como los animales fantásticos de tronos orientales); mientras otras dos personificaciones hacen la guardia o abren camino. Hay que imaginarse la escena imperial.
89,20a Tanto 2 Sm 7,17 como la variante de 1 Cr 17,15 hablan de una visión que se comunica a David. "Leales": varios manuscritos leen en singular "leal": ¿Natán o David?
89,20b El primer complemento es de dudosa interpretación. a) Como "auxilio", referido a la pelea de David con Goliat. b) Como "mozo", referido a la preferencia de David sobre Saúl. e) Corregido en "diadema".
89,22 "Esforzado": con frecuencia usado para jefes: Is 41,10; Sal 80,18.
89,27-28 Como título supremo, el rey de Israel es llamado hijo de Dios y puede invocar personalmente al Señor como Padre: Sal 2,7; 2 Sm 7,14. Este salmo añade un matiz: "primogénito". Lo que es el pueblo hebreo entre otros pueblos (Ex 4,23), lo es su rey entre los reyes. No por precedencia cronológica, sino por elección y nombramiento divinos.
Transposición cristiana.
 Ya durante la economía antigua se leyó el salmo en clave mesiánica, y así lo han leído los cristianos. Parte del v. 21 se cita en Hch 13,22; 28b se cita en Ap 1,5. Más importantes son las relaciones temáticas: el título de Mesías, la unción, la relación Hijo / Padre, el título de primogénito (Rom 8,29; Col 1,15.18 Ap 1,5; Heb 1,6). Y para meditar el tema de la fidelidad, tenemos Rom 1,5.8; 2 Tim 2,11-13.
Evangelio. Lucas 19,12-19


12 Dijo así:
- Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguir el título de rey y volver después.
13 Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, encargándoles:
- Negociad mientras vuelvo.
14 Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron detrás de él una delegación que dijese: "No queremos a éste por rey".
15 Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que habían ganado.
16 El primero se presentó y dijo:
- Señor, tu onza ha producido diez.
17 Él le contestó:
- Muy bien, empleado bueno; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades.
18 El segundo llegó y dijo:
- Tu onza, Señor, ha producido cinco.
19 A éste le dijo también:
- Pues tú toma el mando de cinco ciudades.


Explicación.


La ida a un país lejano (12) corresponde a la muerte de Jesús. La frase: No queremos a éste por rey (14), está inspirada por el odio. El castigo de los que lo rechazan como rey (27) alude de nuevo a la destrucción de Jerusalén (cf. 20,16).


Cuerpo de la parábola (13-26): el reinado de Dios exige colaboración humana. Onzas de oro (13), figura del mensaje que ha de fructificar; suma pequeña, pero, mostrada la fidelidad, el premio es grande (cf. 16,10). Recompensa proporcionada al fruto, es decir, no se puede desperdiciar nada de los dones recibidos (15-19);

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