miércoles, 20 de mayo de 2020

4 DE JULIO

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Primera lectura. Isaías 58,6-11

6El ayuno que yo quiero oír es éste:
abrir las prisiones injustas,
hacer saltar los cerrojos de los cepos,
dejar libres a los oprimidos,
romper todos los cepos;
7partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que ves desnudo
y no cerrarte a tu propia carne.
8Entonces romperá tu luz como la aurora,
en seguida te brotará la carne sana;
te abrirá tu camino tu justicia,
detrás irá la gloria del Señor.
9Entonces clamarás al Señor, y te responderá;
pedirás auxilio, y te dirá: Aquí estoy.
Si destierras de ti los cepos,
y el señalar con el dedo, y la maledicencia;
10si das tu pan al hambriento
y sacias el estómago del indigente,
surgirá tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad se volverá mediodía.
11El Señor te guiará siempre,
en el desierto saciará tu hambre,
hará fuerte tus huesos,
serás un huerto bien regado,
un manantial de aguas
cuya vena nunca engaña,

Explicación.

58,6-7 "Liberar cautivos": el don de la libertad se aprecia más después de la experiencia del destierro. En vez de "afligirse" uno mismo, debe sentir la "aflicción" del prójimo. "Carne" subraya la debilidad e invalidez común a todos. Si el egoísmo cierra, la compasión abre. El dolor compartido establece y mantiene la solidaridad.

58,8-9 Mäs aún. El ayuno auténtico, las obras de misericordia, transfiguran al hombre, casi lo divinizan, como sol que amanece (cfr. Sal 112,4). Abre su cortejo la Justicia, lo cierra la Gloria del Señor (cfr. Sal 85,14; 97,2). Por la caridad el hombre resplandece, porque revela la gloria de Dios (Mt 5,16).

58,10 "Pan": corrigiendo el hebreo según testimonios antiguos. La aurora culmina en mediodía. (Véase la relación entre luz y generosidad en Mt 6,22-23).

58,11-12 Vuelve a dos piezas del esquema del éxodo, introduciendo algunas transformaciones. La comida en el desierto se conserva sin cambio. El agua y la sed: son ellos el desierto, en el que aflora el agua (la beneficencia) que los transforma en huerto. La tierra es ahora la ciudad que será reconstruida. Hay que salir del egoísmo y construir con la caridad. Si ellos reparten pan, no habrá hambre y el desierto será un paraíso; si ellos dan casa, la ciudad será reconstruida. "Tapiador de brechas": véase Am 9,11 y Neh 5.

Salmo. 107,2-9

2Díganlo los rescatados por el Señor,
los que rescató del poder enemigo;
3los que reunió en varias regiones:
oriente y poniente, norte y sur.
4Erraban por un desierto solitario,
no acertaban con la dirección de poblados,
5pasaban hambre y sed
y desfallecía su aliento.
6pero gritaron al Señor en su angustia,
y los libró de la tribulación.
7Los guió por un camino llano
para que dieran con un poblado.
8Den gracias al Señor por su misericordia
por las maravillas que hace por los hombres.
9Calmó las gargantas sedientas
y a los hambrientos los colmó de bienes.
Explicación.
107,2-3 "Rescatar" es término favorito de Isaías Segundo (43,1; 44,22s; participio 51, 10). Los cuatro puntos cardinales apuntan a una diáspora dilatada; aunque podrían ser hipérbole, según Is 43,5s. Colocada aquí, la cuaterna concuerda con el cuadrilátero del poema.
107,4-9 Primer cuadro. Por su carácter típico puede referirse a caravanas profesionales, habituales, o a otras excepcionales. Incluso guías profesionales pueden extraviarse (Job 6,18-20). "Poblado" va sin artículo: no es uno determinado, término del viaje, sino alguno que remedie la situación. "Hambre y sed" indican que se han acabado las provisiones: léase la historia patética de Hagar en Gn 21,9-18. El camino peligroso por el desierto, además de su sentido empírico, suscita muchos recuerdos: patriarcales, del éxodo, del retorno. Contando con ello y con el valor metafórico de "extravío, encaminar", el cuadro se abre a la lectura simbólica.
107,6 Primer estribillo. Para la bina véanse Jr 19,9; Sof 1,15; Sal 119,143. Grito y liberación están aliterados y colocados en los extremos del verso.
107,8 Segundo estribillo. El nombre de Dios es Yhwh; la liberación se extiende a "seres humanos" sin limitación.
Transposición cristiana.
Hay que partir del valor genérico y simbólico de los episodios seleccionados. Después se pueden buscar episodios correspondientes en los relatos evangélicos. Hambre en despoblado y alimento: Mc 6,30-46par. Endemoniado en sepulcros con grillos y cadenas: Mc 5,1-20. Enfermos curados: Mc 6,53-56; 7,24-37par. Tempestad calmada: Mc 4,35-41.

Evangelio. Mateo 25,31-46

31Cuando el Hombre llegue en su gloria acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono real y reunirán  ante él a todas las naciones. El separara a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras, 33y pondrá a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda. 34Entonces dirá el rey a los de su derecha:
-Venid, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 35Porque, tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, 36estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y fuisteis a verme.
37Entonces los justos replicarán:
-Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer o con sed y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo llegaste como forastero y te recogimos o desnudo y te vestimos? 39 ¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
40Y el rey les contestará:
-Os lo aseguro: Cada vez que lo hicisteis con uno de esos hermanos míos tan insignificantes lo hicisteis conmigo.
41Después dirá a los de su izquierda:
-Apartaos de mí, malditos, id al fuego perenne preparado para el diablo y sus ángeles. 42Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, 43fui forastero y no me recogisteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.
44Entonces también éstos replicarán:
-Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos?
45y él les contestará:
-Os lo aseguro: Cada vez que dejasteis de hacerla con uno de ésos tan insignificantes dejasteis de hacerla conmigo.
46Éstos irán al castigo definitivo y los justos a la vida definitiva.

EXPLICACIÓN.

31-46. Escena complementaria de «la llegada» descrita en 24,30s. Allí, como salvación para los suyos; aquí se explica la suerte de los paganos (24,30: todas las tribus de la" tierra; 25,32: todas las naciones); en ambos casos, llegada del Hombre acompañado de sus ángeles. Época histórica después de la destrucción de Jerusalén (24,29). No juicio de los judíos- (19,28), sino únicamente de los paganos. El rey, época del reinado del Hombre (13,41), que se inaugura con la destrucción de Jerusalén (16,28) y dura hasta el fin de esta edad. La suerte de los paganos depende de cuál haya sido su actitud con los más desvalidos (34-36), con quienes se identifica Jesús (40). Se formulan así para los paganos las condiciones para obtener la vida definitiva, como antes para los judíos (19,16-19). El castigo definitivo es la muerte para siempre (46).

2ª OPCIÓN.

PRIMERA LECTURA. Amós 9,11-15.

Día de restuaración (Jr 31; Ez 36,16-38; Hch 15,16-18).

11Aquel día levantaré la choza caída de David,
tapiaré sus brechas, levantaré sus ruinas
hasta reconstruirla como era antaño;
12para que conquisten el resto de Edom
y todos los pueblos que llevaron mi nombre
-oráculo del Señor, que lo cumplirá-.
13Mirad que llegan días -oráculo del Señor-
cuando el que ara seguirá de cerca al segador
y el que pisa uvas al sembrador;
fluirá licor por los montes
y ondearán los collados.
14Cambiaré la suerte de mi pueblo, Israel:
reconstruirán ciudades arruinadas
y las habitarán,
plantarán viñedos y beberán su vino,
cultivarán huertos y comerán sus frutos.
15Los plantaré en su tierra y ya no los arrancarán
de la tierra que les di, dice el Señor, tu Dios.

Explicación.

9,11-15 La restauración comprende: restauración del reino davídico, en imagen de construir, con sus dominios y bendiciones de la tierra; restauración del pueblo, en imagen de plantar, y bendición de sus tareas.

9,11 El oráculo supone la decadencia y supresión de la dinastía davídica; hechos posteriores a Amós. Supone también una firme esperanza histórica o mesiánica, fundada en la promesa de 2 Sm 7. Solo Dios podrá reconstruir la monarquía, no las fuerzas humanas.

9,12 La casa de David volverá a dominar a sus vasallos, empezando por el enemigo clásico que fue Edom, y siguiendo por otros que, como vasallos, llevaron inmediatamente el nombre del Señor. Esto no se cumple después del destierro, cuando todos esos pueblos fueron dominio persa.

9,13-14 La visión agraria fantástica se asemeja a la de Is 30,24s. "Ondearán": suponemos que las mieses o plantas medianas (cfr. Sal 72,16). Las maldiciones de 5,11 quedan anuladas y transformadas en las bendiciones opuestas.

9,15 Es la tierra que prometió a los patriarcas y entregó a los padres.

SALMO. 85,9-14.

9Voy a escuchar lo que dice Dios:
el Señor propone* la paz
a su pueblo, a sus leales,
a los que recobran la esperanza.
10Ya se acerca su Salvación a sus fieles,
para que la Gloria habite en nuestra tierra.
11 Lealtad y Fidelidad se encuentran,
Justicia y Paz se besan;
12Fidelidad brota de la tierra,
Justicia se asoma desde el cielo.
13Pues el Señor dará la prosperidad
y nuestra tierra dará su cosecha.
14Justicia caminará delante de él
encaminando sus pasos.

Explicación.

85,9 Alguien en la asamblea escucha y comunica el oráculo de respuesta (Sal 81.6c); sólo que Dios no toma la palabra en primera persona. Por eso, los versos 10-14 podrían ser comentario litúrgico. Es un mensaje "de paz": Dios los ha reconciliado. Se dirige a un pueblo que responde con su "lealtad" a la lealtad divina y con su "esperanza" a las promesas. "Recobran" o se convierten a la esperanza. * O: anuncia.
85,10-14 Es una escena de transfiguración poética. Definen el horizonte "cielo y tierra"; los personajes apenas se mueven; Justicia aparece tres veces. Compárese esta escena con la de Is 32,16s. ¿Son cualidades divinas o virtudes humanas? Divina es Gloria, y acción suya Salvación; las otras las posee ejemplarmente y se las comunica al hombre para su bienestar íntegro.
85,10 "Está cerca": véase Is 56,1. La Gloria vuelve a habitar en el templo: se ha de entender sobre el fondo de Ez 10 Y 43.
85,11 Por la ley del paralelismo, los dos verbos se predican de todos los sujetos.
85,12 Señala la dimensión vertical y cósmica de la escena. "Brotar" es imagen de ascendencia ilustre: léanse Is 45,8; 61,11, una cosecha de virtudes humanas.
85,13 La prosperidad abarca también el campo material: Sal 72,16. Dios, el dador, da "el bien", que en el caso presente es la lluvia; véase Is 55,10.
85,14 Ahí pudo terminar la escena, cuando sobreviene algo inesperado: el Señor se pone en camino, y por delante, abriéndole paso, avanza Justicia. El final es sorprendente: el Señor cuya Gloria reside en el templo sigue caminando por la historia. Otros corrigen y leen en el segundo hemistiquio paz o rectitud.
Transposición cristiana.
No encuentro en el NT una escena tan sugestiva, pero encuentro dispersas todas las cualidades mencionadas. Véanse entre otros muchos Rom 14,17; Heb 5,9; Lc 2,30. Algunos Padres aplican el v. 13 al nacimiento del Mesías.

EVANGELIO. Mateo 9,14-17.

14 Se acercaron entonces los discípulos de Juan a preguntarle:
                   - Nosotros y los fariseos ayunamos a menudo, ¿por qué razón tus discípulos no ayunan?
                   15 Jesús les contestó:
                   - ¿Pueden estar de luto los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará el día en que les arrebaten al novio y entonces ayunarán.
16 Nadie echa una pieza de paño sin estrenar a un manto pasado, porque el remiendo tira del manto y deja un roto peor.
17 Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque, si no, revientan los odres: el vino se derrama y los odres se echan a perder; no, el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan.

EXPLICACIÓN.


14 - 17.         La práctica religiosa de los discípulos de Juan se ha asimilado a la de los fariseos (cf. 3,7). Reproche: Jesús no se atiene a la tradición ascética ni impone disciplina a sus discípulos. Jesús compara su convivencia con los discípulos a un banquete de bodas, donde él representa al novio/esposo (cf. 3,11) en el simbolismo de la alianza (Os 2), cambio de alianza (Jr 31,31-34): amistad, alegría, libertad. El ayuno, expresión de tristeza, incompatible con la presencia de Jesús. Las antiguas instituciones son inconciliables con el nuevo Espíritu (16s); todo compromiso lleva a la ruina de ambos. Novedad radical.

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