domingo, 20 de septiembre de 2020

26 DE OCTUBRE

   Primera Lectura. Efesios 4,32 -- 5,8.

432Unos con otros sed agradables y de buen corazón, perdonándoos mutuamente como Dios os perdonó por Cristo.
5         1En una palabra: como hijos queridos de Dios, procurad pareceros a él 2y vivid en mutuo amor, igual que el Mesías os amó y se entregó por vosotros, ofreciéndose a Dios como sacrificio fragante.
             3Por otra parte, de lujuria, inmoralidad de cualquier género o codicia, entre vosotros, ni hablar; es impropio de gente consagrada. 4Y lo mismo obscenidades, estupideces o chabacanerías, que están fuera de sitio; en lugar de eso, dad gracias a Dios. 5Porque esto que digo, tenedlo por sabido y resabido: nadie que se da a la lujuria, a la inmoralidad o a la codicia, que es una idolatría, tendrá parte en el reinado del Mesías y de Dios.
             6Que nadie os engañe con argumentos especiosos: estas cosas son las que atraen la reprobación de Dios sobre los rebeldes. 7Por eso no os hagáis cómplices de ellos; 8porque antes, sí, eráis tinieblas, pero ahora, como cristianos sois luz.

Explicación.

Buenas maneras, perdón fácil (31-32).

                El parecido de hijos con el Padre se realiza amando al prójimo como lo hizo el Hijo de Dios (5,1-2). La inmoralidad y el afán de dinero, la explotación sexual y económica, manifestaciones del egoísmo, excluyen de la comunidad/reino de Dios (3-5).

               Hay quienes representan un peligro por proponer doctrinas o prácticas contrarias al espíritu cristiano (6), inspiradas sin duda en principios paganos (antes erais tinieblas). Denunciar el mal, sin admitir complicidades (7-8).

Salmo. 1,1-4.6.

1. Dichoso el hombre que no camina aconsejado por los malvados
y en el camino de pecadores no se detiene
y en la sesión de los cínicos no toma asiento;
2. sino que su tarea es la ley del Señor
y medita su ley día y noche.
3. Será como un árbol plantado junto a acequias,
que da fruto en su sazón
y su follaje no se marchita.
Cuanto hace prospera.
4. No así los malvados
serán como tamo que arrebata el viento.
5. Por eso los malvados en el juicio
no estarán en pie
ni los pecadores en la asamblea de los justos.
6. Porque el Señor se ocupa
del camino de los justos,
pero el camino de los malvados se extravía.
Explicación.

1. Es como un pórtico colocado cuando se completan las colecciones de salmos. Comienza con la primera letra del alfabeto hebreo , y recibe al orante anunciando una “bienaventuranza”, ofrecida a quien se aparta del mal, de los malos, y… “practica el bien”; el autor contrapone otra actividad. Por medio de la “meditación” asimilar la tôrâ, o ley, o voluntad divina hecha palabra y ya codificada. Del mundo sapiencial salta el autor tardío a la Ley. Ésta es como un caudal perenne de aguas, que se comunica por la meditación y confiere al hombre una vitalidad vegetal inmarcesible (Sal 92,13s), éxito en sus empresas. Mientras que los malos son sequedad, esterilidad, presa del viento. La elección y conducta libre y responsable del hombre revelará su valor en el desenlace definitivo, en un juicio escatológico. Hay que notar las dos asimetrías: malvados / meditador, el Señor se ocupa / el camino se extravía. Paralelos en Jos; Sal 37,31;40; Jr 17, 5-8.

1,1 Hay veintiséis bienaventuranzas o felicitaciones en el salterio, ocho en Proverbios. Apunta un proceso en tres tiempos: caminar, detenerse, sentarse. Los “cínicos” se burlan de los buenos y de sus valores: Prov 3,34; 21,24; 24,9…

1,2 Sobre la meditación en el salterio: 35,28; 37,30; 49,4; 63,7; 71,24; desborda la simple recitación.

1,4 La comparación del tamo es tópica: p. ej. Is 17,13; 29,5; 41,15s; Job 21,18.

Para una transposición cristiana hay que partir de la declaración de Jesús: “Yo soy el camino”. A la meditación de la ley sucede la de los misterios de la vida.

Evangelio. Lucas 13,10-17.

10 Estaba enseñando un sábado en una de las sinagogas.
11 Había allí una mujer que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu y andaba encorvada, sin poderse enderezar del todo.
12 Al verla, Jesús la llamó y le dijo:
- Mujer, quedas libre de tu enfermedad.
13 Y le aplicó las manos. En el acto se puso derecha y empezó a alabar a Dios.
14 Intervino el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, y le dijo a la gente:
- Hay seis días de trabajo: venid esos días a que os curen, y no el día de precepto.
15 Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo:
- ¡Hipócritas! Cualquiera de vosotros ¿no desata del pesebre al buey o al burro el día de precepto y lo lleva a abrevar?
16 Y a ésta, que es hija de Abrahán y que Satanás ató hace ya dieciocho años, ¿no había que soltarla de su cadena en día de precepto?
17 Según iba diciendo esto se abochornaban sus adversarios, mientras toda la gente se alegraba de tantas magníficas cosas como hacía.

EXPLICACIÓN.

G. La Ley y el reino de Dios. 10-30. Cambio de escenario y de temática. Enseñanza de Jesús en diversos lugares y circunstancias. Tríptico (10-17; 18-21; 22-30).

10-17. Última vez que enseña en una sinagoga. Tema central, la observancia del sábado; el día sagrado se convierte en enemigo del hombre; liberación de las ataduras seculares con que la enseñanza sinagogal tiene trabado al pueblo, para permitir a éste la opción por el Reino.

Figura femenina del pueblo enfermo y disminuido, al igual que la mujer con flujos (8,43-48) y la hija de Jairo (8,41s); la masculina lo ha sido el hombre del brazo atrofiado (6,6-11: sinagoga, curar en sábado) y lo será el hidrópico que se presentará en la secuencia paralela (14,2-5: casa del fariseo, curar en sábado). El contacto con Jesús le devuelve su condición erguida (13; cf. 8,44).

El jefe de sinagoga (14; cf. 8,41.49); seis días de trabajo, prohibido trabajar el séptimo (Éx 20,9s; Dt 5,13s: también a animales). No se atreve a encararse con Jesús; pretende seguir dominando a la gente con la doctrina.

Hipócritas (15; cf. 12,1b), el plural indica que Jesús tiene en vista a los dirigentes, sus adversarios (17). Se cuidan de los animales (interés económico), pero no del pueblo (15s). Hija (de Abrahán) (16), en paralelo con la mujer con flujos (8,48) y la hija de Jairo (8,42).

El poder religioso (16: Satanás, cf. 11,21), ejercido a través del precepto, tiene al pueblo sometido (encorvada), privado de libertad (atado como un animal), le impide la plena condición humana (11: sin poderse enderezar del todo). La alegría de la multitud muestra la rebelión de la conciencia popular contra el dominio de los dirigentes (17).

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