viernes, 28 de febrero de 2020

2 DE MAYO

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

PRIMERA LECTURA. Hechos 9,31-42.

31 Entre tanto, las comunidades gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaría, pues se iban construyendo, progresaban en la fidelidad al Señor y crecían, alentadas por el Espíritu Santo.
                    32 Sucedió que Pedro, que iba recorriéndolo todo, bajó también a ver a los consagrados que residían en Lida.
33 Encontró allí a cierto individuo de nombre Eneas, que estaba paralizado y llevaba ocho años postrado en un catre.
34 Pedro le dijo:
                   - Eneas, Jesús Mesías te da la salud; levántate y ponte a la mesa.
                   Al instante se levantó.
35 Lo vieron todos los que residían en Lida y en la llanura de Sarón y se convirtieron al Señor.
                  36 En Jafa había cierta discípula de nombre Tabita, que traducido significa Gacela, colmada de obras buenas y, en particular, de las limosnas que hacía.
37 Sucedió que, por aquellos mismos días, cayó enferma y murió; la lavaron y la pusieron en la sala de arriba.
38 Como Lida está cerca de Jafa, al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron a dos hombres que le suplicaron:
               - No tardes en venir hasta nosotros.
               39 Pedro se fue con ellos al momento. Cuando llegó, lo llevaron a la sala de arriba y se le presentaron todas las viudas, mostrándole con lágrimas en los ojos los vestidos y mantos que hacía Gacela cuando estaba con ellas.
40 Pedro mandó salir fuera a todos, y, de rodillas, se puso a orar. Se volvió hacia el cuerpo y dijo:
              - Tabita, levántate.
              Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.
41 Él le dio la mano, la levantó y, llamando a los consagrados y a las viudas, se la presentó viva.
42 El hecho fue notorio en toda Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

Explicación.

9,31-11,18. La tercera hoja del tríptico narra con todo detalle el cambio profundo que se opera en Simón Pedro, portavoz del grupo apostólico. Contiene igualmente tres cuadros. Al igual que en la secuencia de Felipe, el primer cuadro da comienzo con una descripción generalizada de la paz alcanzada por la iglesia palestinense gracias a la conversión de Saulo (31); a continuación se singulariza con un caso concreto: Pedro visita todas las comunidades fundadas para comprobar el estado en que se encuentran (32a). Mediante tres ejemplos Lc puntualiza cuál es la situación real de las comunidades creyentes. (El mismo procedimiento ha sido empleado en el centro del segundo sumario, Hch 4,36-5,16).

                  En la primera escena se describe en lenguaje figurado la situación halagüeña de la comunidad creyente de Lida (32b): Eneas, personaje representativo ("cierto individuo"), yace paralítico en un catre desde hace ocho años: su estado de postración data de los inicios de la nueva comunidad (33). Pedro lo invita a levantarse de su postración y a participar de la vida de la comunidad (34: la expresión griega es ambigua: ·Hazte la cama/reclínate a la mesa"). El desbloqueo de la comunidad produce sus frutos (35). Hay una serie de rasgos comunes y de contraste entr esta escena y la del paralítico del Ev. (Lc 5,17-26).

                La segunda escena tiene como protagonista un personaje femenino, también representativo ("cierta discípula"), Tabita, que traducido significa Gacela, exponente de la vitalidad y agilidad que otrora tenía aquella comunidad (36). Las obras de beneficencia propias de la religiosidad judía no han bastado para evitar su muerte; la sala de reuniones de la comunidad se ha convertido en un velatorio (37). Una delegación de la comunidad suplica insistentemente a Pedro que intervenga en sus asuntos internos (38). Situación desesperada de las "viudas", símbolo del desamparo total (39).

                Pedro, al modo de Jesús (cf. Mc 5,41), intenta enderezar la situación (40). Al final lo consigue y restablece el cuerpo comunitario (41). Nuevas adhesiones (42). 

SALMO. 116,12-17.

12¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
13Alzaré la copa de la salvación 
invocando el nombre del Señor.
 14y cumpliré al Señor mis votos 
en presencia de todo el pueblo.
15EI Señor hace pagar cara
la muerte de sus leales. 
16 ¡Favor, Señor, que soy tu siervo! 
siervo tuyo, hijo de tu esclava. 
iRompiste mis coyundas!
17Te ofreceré un sacrificio
de acción de gracias. 
invocando el nombre del Señor 

Explicación.

116,12 La única "restitución" accesible al hombre es el reconocimiento. Cuando el orante se hace la pregunta, ya está expresando su gratitud y su deseo de reciprocidad, y su imposibilidad de satisfacerla.
116,13-14 Expresará su gratitud en un rito público. No está claro si es copa de libación, vino que se derrama en honor de la divinidad (Ex 29,40s; Lv 23,18.37), o es copa de comunión que va pasando entre los comensales de un banquete sacrificial (quizá Am 2,8; Is 62,9). Sobre el voto véase Sal 66,13s.
116,15 Nosotros decimos "vendió cara su vida". El orante piensa en Dios como dueño y tasador. La tasa de Dios es muy alta, si se trata de sus leales. Véase la legislación: Ex 21,29s; también Sal 30,10.
116,16 Desarrolla en clave jurídica la imagen de "siervo" del Señor: quien nace de una esclava es esclavo de nacimiento (Ex 21,4). La manumisión se usa como imagen de la liberación.
116,17 -18 Repite el estribillo cambiando copa por sacrificio de acción de gracias. 
Transposición cristiana.
Rom 3,4 cita 11b desplazando ligeramente el sentido. 2 Cor 4,13 cita 10a adaptando el sentido. Sobre el precio de la vida, Rom 8,20. Sobre la copa, 1 Cor 10,16.  
  EVANGELIO. Juan 6,60-69.
CRISIS EN LA COMUNIDAD DE DISCÍPULOS Y SU RESOLUCIÓN (6,60-71)
60. Muchos discípulos suyos dijeron al oírlo:
-Este modo de hablar es insoportable; ¿quién puede hacerle caso?
61. Consciente Jesús de que lo criticaban sus discípulos les dijo:
-¿Esto os escandaliza?,
62. ¿y si vierais subir al Hombre adonde estaba al principio?
63. Es el Espíritu quien da vida, la carne no es de ningún provecho; las exigencias que os he estado exponiendo son espíritu y son vida.
64. Pero hay entre vosotros quienes no creen.
(Es que Jesús sabía ya desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.)
65. Y añadió:
-Por eso he venido diciendo que nadie puede llegar hasta mí si el Padre no se lo concede.
66. Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron atrás y ya no andaban con él.
67. Preguntó entonces Jesús a los Doce:
-¿Es que también vosotros queréis marcharos?
68. Le contestó Simón Pedro:
-Señor, ¿con quién nos vamos a ir? Tus exigencias comunican vida definitiva,
69. y nosotros creemos firmemente y sabemos muy bien que tú eres el Consagrado por Dios.
Explicación.
Protesta de un numeroso grupo de discípulos contra las exigencias propuestas por Jesús (60); las consideran excesivas. Interpretan su anunciada muerte como una debilidad y un fracaso y, en consecuencia, se niegan a seguir a Jesús en esa entrega. Conservan la concepción de Mesías-rey (6,15), que había provocado la primera crisis (6,16-21).
Jesús afronta la situación (61-62): Ellos lo esperan todo de un triunfo terreno; no han comprendido la calidad de vida que él posee y promete; la muerte física no significa un final, no interrumpe la vida (subir adonde estaba antes). Los términos carne y espíritu (63) reflejan dos concepciones del hombre y, en consecuencia, de Jesús y de su misión. Carne es el hombre no acabado, sin capacidad de entrega y sin vida definitiva; espíritu es el hombre nacido del Espíritu (cf 3,6), capaz de entregarse por los demás y que posee vida definitiva. Son estos últimos los únicos capaces de crear un mundo nuevo. Un Mesías, rey dominador, está destinado al fracaso (“carne”); el Mesías que da su vida para comunicar vida (Espíritu) lleva al éxito su empresa. El Padre concede el encuentro con Jesús (65) a los que han aprendido de él (6,45) y se han dejado impulsar hacia Jesús (6,44); el encuentro con Jesús se realiza en el don del Espíritu, que el Padre concede. A pesar de la explicación, la mayor parte abandona a Jesús definitivamente (66).
Jesús no acepta componendas, plantea la cuestión a los Doce (67). Reacción: por boca de Simón Pedro lo reconocen por Mesías (el Consagrado por Dios) y le dan su adhesión; sin él, van al fracaso (15,4s) (68-69).
 Síntesis. 
La perícopa opone dos clases de hombres: los que quieren construir un mundo nuevo mediante el triunfo y el dominio, y los que quieren construirlo, no mediante el poder, sino con la entrega personal. Los primeros son hombres inacabados, por falta del espíritu de amor/entrega que lleva a la plena personalización; el mundo que creen no será nuevo, sino tan injusto como el que quieren sustituir. Sólo los hombres nuevos pueden construir un mundo nuevo.
2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. 1 Juan 1,1-5
1Lo que existía desde el principio, 
lo que hemos oído,
lo que han visto nuestros ojos,
lo que contemplamos y palparon nuestras manos 
acerca de la Palabra, que es la vida,
2_porque la vida se ha manifestado, 
la hemos visto, damos testimonio 
y os anunciamos la vida definitiva, 
la que se dirigía al Padre
y se ha manifestado a nosotros-
3eso que hemos visto y oído
os lo anunciamos también a vosotros
para que vosotros lo compartáis con nosotros; 
y nuestro compartir
lo es con el Padre y con su Hijo, Jesús Mesías.
4Os escribimos esto
para que nuestra alegría llegue a su colmo.
5EI anuncio que le hemos oído a él y que os manifestamos a vosotros es éste: que Dios es luz y que en él no hay tiniebla alguna.

EXPLICACIÓN.

1-4. Comienzo insólito. No se menciona al remitente ni a los destinatarios; tampoco habrá una despedida (cf. 5,21). Este documento no es una carta en el sentido ordinario, pero tampoco es un tratado; su tono es personal y concreto (cf. 2,1). El escritor supone que sus lectores conocen el Evangelio de Juan o, al menos, están familiarizados con el modo de hablar de las comunidades joaneas. Los términos «la Palabra», «luz», «amor», «vida» no adquieren su pleno sentido si no se conoce el uso que hace de ellos el cuarto Evangelio.

Es notable que el autor utilice en su exposición el género neutro (1: Lo que existía; 3: eso que hemos visto). Esto puede indicar que la vida de que trata no es solamente la que se manifestó en la persona de Jesús, sino también, de modo más general, la que, por su obra, existe y se manifiesta en las comunidades cristianas.

De este modo, el proyecto divino primordial (desde el principio) sobre el hombre se ha hecho perceptible, realizado en Jesús (]n 1,1.2.14) y, en diferente medida, en los suyos; el autor, como miembro de un grupo (nosotros), ha tenido experiencia directa y sensible de su realidad (nuestros ojos, nuestras manos); lo que contemplamos (cf. Jn 1,14) denota una visión que percibe el significado de lo que ve; palparon, cf. Lc 24,39. Esa Palabra, que formula el proyecto y se convierte en mensa contiene la vida (1).

Inciso que justifica la posibilidad de la experiencia anterior y explica la calidad de la Palabra/vida (2). Ésta se ha manifestado y es objeto del anuncio del autor, que reafirma su experiencia directa de ella (la vemos visto); es vida de tal calidad y plenitud que es capaz de superar la muerte física (la vida definitiva). Esa vida, en cuanto palabra/proyecto se dirigía al Padre, fuente de la vida; en cuanto presente en Jesús y en los suyos, se ha manifestado.

Terminado el inciso, enlaza con v. 1. Eso que hemos visto y oído (3), resumen que insiste en el testimonio personal que funda el anuncio cuyo propósito es que el autor y sus destinatarios compartan esa vida el término gr. koinônia significa un compartir activo, por parte tanto del receptor como del dador. No sólo eso, esa vida se comparte con Dios Padre y con Jesús; «la vida definitiva» es la vida divina, el Espíritu de Dios. Padre, denominación de Dios propia de los que tienen la experiencia de ser «hijos»; su Hijo, igualdad con el Padre (Jn 1,14); Jesús, realidad histórica; Mesías, ungido con el Espíritu y encargado de una misión salvadora.

La carta pretende asegurar esa comunidad de vida, que colmará la alegría del autor (nuestra, l.v. más probable que «vuestra-) (4); se adivina que éste siente cierta preocupación y quiere asegurar la unión de este grupo con él, estimando ser ésta la única manera de que la tenga con Dios y con Jesús; se perfila la presencia de otros que ofrecen la unión con Dios sobre supuestos diferentes de los del autor (cf. 2,18-28). 

Dios es luz, sin artíc., para expresar cualidad (5). Luz, que se identifica con la vida Un 1,4: «la vida era la luz del hombre»), implica manifestación Un 1,4: «la luz brilla») y comunicación Un 1,9: «ilumina a todo hombre»). Dios se da a conocer, y en ese conocimiento revela lo que es. La segunda sentencia, que excluye de Dios todo aspecto negativo: y en él no hay tiniebla alguna, indica que la revelación es completa. Aunque sea imposible abarcar la realidad divina, dentro de la limitación humana se puede conocer lo que realmente es Dios y excluir lo que no es.
Salmo. 37,3-6.30-31
3 Confía en el Señor y haz el bien,
habita una tierra y cultiva la fidelidad;
4 sea el Señor tu delicia
y te dará lo que pide tu corazón.
5 Encomienda al Señor tu camino,
confía en él, que él actuará;
6 hará salir tu justicia como la aurora,
tu derecho como el mediodía.
30 La boca del honrado medita la sensatez,
su lengua pronucia el derecho,
31 lleva en el corazón la ley de su Dios:
sus pasos no vacilarán.
Explicación.
37,3-4 Dos imperativos enuncian la relación con Dios. Confianza es genérico; en cambio "delicia" expresa una experiencia íntima: Job 22,26; Is 58,14. Dios responde a la confianza otorgando la petición. Aunque todavía no posean un terreno, deben "habitar", permanecer, no exiliarse, como los de Jr 39,10; su "cultivo" será por ahora la fidelidad al Señor.

37,6-7 "Encomienda"; es hacer girar algo para que pase a otro. "Tu camino": la conducta ética y práctica que piensa seguir. "Actuará"; forma intransitiva de particular eficacia aquí. "Tu derecho" negado y conculcado, lo sacará puntual como el sol y creciente hasta el zénit: cfr. Os 6,5, de modo que todos lo reconozcan: cfr. Is 58,10.
37,30-31 Se pueden leer como lema del salmo: un hombre honrado saddiq medita la sensatez hokma, su lengua expone el derecho mishpat, en el corazón lleva la instrucción tora de su Dios. Su actividad es sapiencial, su tema ético, animado de espíritu religioso. Sobre la ley en el corazón véanse: Is 51,7; Jr 31,33.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Por la cita del v.11a en el manifiesto de Mt 5,5 penetra el salmo en el NT. Esa cita nos invita a buscar otras correspondencias en las bienaventuranzas: pobres y afligidos en el v.14; Justicia recorre todo el salmo; misericordia en 21 y 26; la búsqueda de la paz en 37 sufrir por la justicia está implícito en los consejos iniciales y recorre el salmo.
Evangelio. Mateo 10,22-25
22 y seréis odiados de todos por razón de mi persona; pero aquel que resista hasta el final, ése se salvará.
                 23 Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra, porque os aseguro que no habréis acabado con las ciudades de Israel antes que vuelva el Hombre.
                 24 Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo.
25 Ya le basta al discípulo con ser como su maestro y al esclavo como su amo. Y si al cabeza de familia le han puesto de mote Belcebú, ¡cuánto más a los de su casa!
Explicación.
 La muerte no es un fracaso (22). La vuelta del Hombre (23), la destrucción de Jerusalén (cf. 26,64). La suerte del discípulo es la del maestro, (5,11s).

1 DE MAYO

PRIMERA LECTURA. Génesis 1,26 -- 2,3. O Colosenses 3,14-15.17.23-24.

GÉNESIS.

126Y dijo Dios:
-Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que ellos dominen los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos y todos los reptiles.
27Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28Y los bendijo Dios y les dijo Dios:
-Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra.
29Y dijo Dios:
-Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento; 30y a todos los animales de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra -a todo ser que respira-, la hierba verde les servirá de alimento.
Y así fue.
31Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno.
Pasó una tarde, pasó una mañana; el día sexto.
21Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus muchedumbres.
2Para el día séptimo había concluido Dios toda su tarea; y descansó el día séptimo de toda su tarea.
3Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque ese día descansó Dios de toda su tarea de crear.

Explicación.

1,26-27 Declaración programática. En todo lo que sigue se hablará de Dios en analogías humanas; forma legítima, única posible, porque sólo el hombre es imagen de Dios. Eclo 17,1-4; Sal 8,7-9.

1,27 1 Cor 11,7.

1,28 Dominio: Sal 8; Jr 27,6.

1,29-30 Es un régimen vegetariano.

1,31 Eclo 33,16-25.32-35.

2,1 Éx 20,11; Jn 5,17.

2,3 Eclo 33,7-9.


COLOSENSES.

14Y, por encima, ceñíos el amor mutuo, que es el cinturón perfecto. 15Interiormente, la paz del Mesías tenga la última palabra; a esta paz os han llamado como miemtros de un mismo cuerpo. Sed también agradecidos.
17y cualquier actividad vuestra, de palabra o de obra, hacedla en honor del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. 
23Cualquier cosa que hagáis, hacedla con toda el alma, como si fuera para el Señor y no para hombres, 24sabiendo que el Señor os recompensará con la herencia. El Señor a quien servís es Cristo;

Explicación.

Las buenas disposiciones hacia los demás se comparan a prendas de vestir; las mantiene unidas y en su sitio el cinturón o faja, que es el amor mutuo (14). Tenga la última palabra, lit. "arbitre/sea árbitro". El Señor no llama a una espiritualidad individualista, sino a vivir como miembros de una comunidad (15). Han de ser cristianos a fondo, dejando que toda la vida quede penetrada por el amor mutuo; para ello, ayuda recíproca en un ambiente de alegría y de agradecimiento a Dios (16). Alegría y gratitud en la reunión cristiana y lo mismo en la actividad (17)

Aplicaciones concretas de la actitud cristiana a los diferentes estados de vid.

SALMO. 90,2-4.12-14.16.

2Antes de que naciesen las montañas

o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.
3Tú devuelves el hombre al polvo, diciendo:
¡Volved, hijos de Adán!
4Para ti mil años son un ayer que pasó,
una vela nocturna. 
12Enséñanos a llevar buena cuenta
de nuestros días
para que adquiramos un corazón sensato.
13¡Vuélvete, Señor! ¿hasta cuándo?,
ten compasión de tus siervos.
14Sácianos por la mañana de tu misericordia,
y todos nuestros días serán alegría y júbilo. 
 16Que tu acción se manifieste a tus siervos
y a sus hijos tu gloria. 
Explicación.
90,2 De un salto hacia atrás tropieza la vista con las montañas que ya estaban allí antes del hombre. Es su territorio y dura más que él. La creación de la tierra, por los verbos escogidos, es como un parto.
90,3 La historia del Génesis es evocada en un verso. El que modeló al hombre, dando le consistencia, lo hizo deleznable; el que integró sus partes lo deja desintegrarse: Job 10,9.
90,4 Las medidas humanas del tiempo no sirven, de ninguna manera, para medir a Dios (2 Pe 3,8). Tal inmensidad refuerza la melancolía del orante. 
90,12-17 Una vez tocado el punto más bajo, el orante busca salir a flote rezando a Dios. Y lo hace en tres momentos imbricados. El primero: la aceptación resignada, sin ilusiones: es sensatez. El segundo es unos bienes que compensen las desgracias. El tercero es la fecundidad de la acción.
90,12 A medida que pasan los años, instruido por Dios, el hombre madura en sensatez.
90,13 El verdadero cambio ha de suceder por una acción divina, que el hombre puede sólo suplicar.
90,14-15 La petición es modesta: equilibrar en la balanza de la vida penas y gozos. Pero Dios puede alumbrar una mañana realmente nueva, puede desequilibrar la balanza.
90,16-17 En un modelo doméstico, los siervos piden al amo que comience actuando y que dé eficacia a la tarea encomendada; algo semejante en un modelo político. De ahí se sube a la visión teológica: el hombre será lo que haya hecho: él y Dios en él.
Transposición cristiana.
La "vuelta" de Dios de la ira a la misericordia sucede en Jesucristo: Ef 2,4-7. Las obras del cristiano, vitalizadas por la fuerza de la resurrección (Flp 3,10), cobran consistencia y fecundidad (Flp 2,13), Y al final lo acompañarán (Ap 14,13).

EVANGELIO. Mateo 13,54-58.

54 fue a su tierra y se puso a enseñar en la sinagoga de ellos. La gente decía impresionada:
                  - ¿De dónde le vienen a éste ese saber y esos prodigios? 
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¡Si su madre es María y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas!
56 ¡Si sus hermanas están todas con nosotros! Entonces, ¿de dónde le viene todo eso?
                  57 Y se escandalizaban de él. Jesús les dijo:
                  - Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.
                  58 No hizo allí muchas obras potentes por su falta de fe.

Explicación.




Su tierra/su patria, no se nombra a Nazaret. Última vez que Jesús enseña en una sinagoga: se resume la actitud del Israel nacionalista frente a Jesús al término de su actividad en Galilea, la crisis de fe planteada a partir de 11,2 (11,6; 13,57). Implícita la sospecha de magia, eco popular de la acusación de los fariseos (12,24). Viendo no entienden. 

domingo, 23 de febrero de 2020

30 DE ABRIL

PRIMERA LECTURA. Hechos 8,26-40.

26 Entonces el ángel del Señor habló así a Felipe:
                     - Levántate y vete hacia el sur, por el camino que baja de Jerusalén a Gaza que se encuentra desierto.
                    27 Él se levantó y se puso en camino. En esto apareció un etíope eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía, superintendente del tesoro, que había ido en peregrinación a Jerusalén
28 e iba de regreso, sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías.
                    29 Dijo entonces el Espíritu a Felipe:
                    - Acércate y pégate a esa carroza.
                    30 Felipe se acercó corriendo, lo oyó leer el profeta Isaías y le preguntó:
                    - ¿Entiendes de veras lo que estás leyendo?
                    31 Contestó:
                    - Y ¿cómo podré entenderlo, a menos que alguien me guíe?
                    E invitó a Felipe a subir y sentarse con él.
                    32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste:

                    Como oveja llevada al matadero
                    y como cordero mudo ante el esquilador
                    no abre su boca.
                    33 Lo humillaron, negándole todo derecho
                    -su descendencia, ¿quién podrá enumerarla?-,
                    porque arrancan su vida de la tierra (Is 53,7s).

                    34 El eunuco le preguntó a Felipe:
                    - Por favor, ¿de quién dice esto el Profeta? ¿De sí mismo o de algún otro?
                    35 Felipe tomó la palabra y, a partir de aquel pasaje, le anunció la buena noticia de Jesús.
36 Mientras iban de camino, llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco:
                    - Mira, ahí hay agua, ¿qué impide que yo me bautice?
                     38 Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, tanto Felipe como el eunuco, y lo bautizó.
39 Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco ya no volvió a verlo, y siguió su camino, lleno de alegría.
                     40 Felipe fue a parar a Azoto e iba dando la buena noticia por todos los pueblos que atravesaba, hasta llegar a Cesarea.


EXPLICACIÓN.

 Como en el primer cuadro, después de una visión general, se presenta el caso particular de Felipe. Ahora es el "ángel del Señor", en misión liberadora (cf. 5,19), quien toma la iniciativa. Le propone un camino diametralmente opuesto al que ha seguido ("camino que baja, hacia el sur, desierto"); "bajar de Jerusalén" comporta alejamiento de la institución judía; "a Gaza", en arameo, "el Tesoro", marca la nueva dirección a tomar (26). Felipe obedece sin más (27a).

             Aparece ahora un nuevo personaje: un "etíope eunuco", en representación del paganismo estéril, ministro de la reina Candaces de Etiopía y superintendente del tesoro (lit. "que estaba encargado de todo el tesoro"), nueva alusión al tesoro que alberga el paganismo, se ha sentido atraído por el judaísmo (cf. Is 56,4-8 LXX), pero regresa de vacío de su peregrinación a los santos lugares ("Jerusalén") (27b-28a). Con la lectura del texto profético trata de llenar la insatisfacción que le ha producido el culto oficial (28b).

            Felipe está ya en disposición de seguir la dirección interior del Espíritu: éste lo invita a "pegarse a la carroza" en la que va sentado el eunuco para impartirle la nueva enseñanza (29). Felipe se apresta a seguir con prontitud estas indicaciones (30). El eunuco lee, pero no entiende, falto de un verdadero guía (31). El pasaje de Is 53,7s que lee el eunuco hace referencia al Siervo de Yahvé, el Mesías sufriente predicho por Jesús y que ha encarnado con su muerte en cruz (32s, cf. Lc 9,22.31.44; 17,25; 18,31-33; 24,7.25-27.44.46; Hch 3,18, etc.).

            La cita literal de Isaías contiene la clave para interpretar correctamente todo el episodio (34). Felipe toma a pie de este psaje para comunicarle la buena noticia de Jesús; no le habla del Mesías, categoría ajena al mundo pagano (35). La instrucción de Felipe desemboca en el bautismo del eunuco (36).

           El v.37, atestiguado por algunos manuscritos, refleja simplemente la praxis bautismal de su tiempo. Tanto Felipe como el eunuco se sumergen en el agua, ruptura con su pasado (38), y ascienden interiormente renovados: Felipe se deja llevar sin resistencia por el Espíritu, el eunuco prosigue su camino con la alegría que le ha proporcionado el Espíritu Santo (39).

          Felipe seguirá evangelizando todos los pueblos que encuentre a su paso, la mayoría samaritanos, hasta establecerse en Cesarea, bastión del paganismo, donde fundará una comunidad floreciente (40, cf. 21,8).

          La escena está plagada de alusiones al episodio de Elías y Eliseo (4 Re 2,6-18 LXX). Una serie de paralelos la relaciona con la de los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35), pero el paralelismo no es lineal: el eunuco representa a los paganos simpatizantes con el judaísmo que, insatisfechos con el culto oficial, buscan en la Escritura el verdadero "camino" a seguir; Felipe es invitado a alejarse de la expectación mesiánica del judaísmo, para anunciar sin ningún género de impedimentos personales la buena noticia a los paganos. 

SALMO. Salmo 66,8-9.16-17.20.

8Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, 
haced resonar su alabanza. 9ÉI vivifica nuestro aliento y no dejó que tropezara nuestro pie. 

16Venid a escuchar, fieles de Dios, 
os contaré lo que hizo por mí: 
17Lo invoqué con la boca,
     con la lengua lo enaltecí. 
     20iBendito sea Dios!, que no apartó mi súplica 
     ni su misericordia de mi.

EXPLICACIÓN.

66,9 "Aliento": puede entenderse a la luz de Gn 2,7. Por el paralelismo, pienso que el "tropiezo" alude a la muerte.  

 66,17 El segundo hemistiquio es dudoso; atiendo a versiones antiguas y al paralelismo. 

66,20 La fórmula es original por la contigüidad de "mi súplica" y "su misericordia".

Transposición cristiana

En este salmo se conjugan una tribulación y consiguiente liberación, el señorío universal y perpetuo, la invitación a todo el mundo. Con esos elementos pueden los Padres proponer una lectura cristológica del salmo. En clave eclesiológica, la prueba que refina es ante todo la pasión de los mártires.

EVANGELIO. Juan 6,44-51.

44. Nadie puede llegar hasta mí si el Padre que me envió no tira de él, y yo lo resucitaré el último día.
45. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”; todo el que escucha al Padre y aprende se acerca a mí.
46. No porque alguien haya visto personalmente al Padre, excepto el que procede de Dios; ése ha visto personalmente al Padre.
47. Pues sí, os lo aseguro: El que cree posee vida definitiva.
48. Yo soy el pan de la vida:
49. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, pero murieron;
50. éste es el pan que baja del cielo para comerlo y no morir.
51. Yo soy el pan vivo bajado del cielo; el que come pan de éste vivirá para siempre. Pero, además, el pan que yo voy a dar es mi carne, para que el mundo viva.

Explicación.

Jesús pone al descubierto la actitud que delatan sus críticas (43-44). No reconocen que Dios es Padre y dador de vida y que quieren comunicarla al hombre, sacándolo de toda esclavitud (5,37s). El Padre empuja hacia Jesús, porque éste es su don, la expresión de su amor a la humanidad. Ellos, a quienes no interesa el bien del hombre, no esperan ese don ni lo desean. Jesús es el dador de la vida definitiva (resurrección); “el último día”, el de su muerte (cf. 5,39).

Jesús reinterpreta el texto de Is 54,13 (cf. Jr 31,33s) (45); del Padre no se aprende a observar la Ley, sino a dar adhesión a Jesús. El texto del profeta mencionaba a “los hijos de Jerusalén”; Jesús suprime esta mención y universaliza el sentido. El término “Dios” del profeta queda sustituido por “el Padre”. El Padre dador de vida enseña a amar al hombre. Quien perciba esto se sentirá atraído hacia Jesús, que libera a los débiles. No hace falta una experiencia extraordinaria; a los judíos les bastaba prestar atención a su antigua historia para comprender que Dios está a favor de los oprimidos (46). Únicamente Jesús, que ha tenido la plena experiencia de Dios como Padre, puede explicar lo que es Dios.

Efecto de la adhesión a Jesús es poseer una plenitud de vida que realiza al hombre haciéndolo superar la muerte (47) y asegurando así el éxito de su liberación. Jesús, pan de vida, se contrapone al maná, que no consiguió llevar al pueblo a la tierra prometida (Nm 14,21-23); Jos 5,6; Sal 95,7ss). La asimilación a Jesús evita el fracaso del hombre (para comerlo y no morir). Incesante comunicación de vida procedente de Dios (baja del cielo), que el hombre debe hacer suya (comerlo).

Siguiendo la simbología del éxodo, pasa de la figura del maná a la del cordero (51: mi carne). El Espíritu no se da fuera de su realidad humana; “su carne” lo manifiesta y lo comunica. A través de lo humano el don de Dios se hace concreto, adquiere realidad para el hombre. Jesús-hombre, lugar donde Dios se hace presente (1,14), se entrega como don al mundo (3,16). En Jesús, su Palabra, Dios se expresa en la historia y manifiesta su voluntad de diálogo con la humanidad. Es en el hombre y en el tiempo donde se encuentra a Dios, donde se le acepta o se le rechaza.

SÍNTESIS.

El punto central es el don de sí. Lo mismo que Jesús, el discípulo debe considerarse como “pan” que hay que repartir, y debe repartir su pan como si fuese él mismo el que se reparte. Ha de renunciar a poseerse. Sólo el que no tema perderse encontrará la vida. Ésta se posee en la medida en que se entrega. Hacer que la propia vida sea “alimento disponible” para los demás es la ley de la nueva comunidad humana. Esta disposición se expresa en la eucaristía, que renueva el gesto de Jesús. En ella se experimenta su amor en el amor de los demás, y se manifiesta el compromiso de entregarse a los demás como él se entregó.

La nueva sociedad, la que permitirá una vida plenamente humana, no se producirá por una intervención milagrosa de Dios, sino por el amor sin reservas de todos y cada uno por todos. El amor y la acción del Padre, que se han manifestado en Jesús-hombre, han de continuar manifestándose por medio de los hombres. 

29 DE ABRIL

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

PRIMERA LECTURA. Hechos 8,1-8.

1b Aquel día se desató una violenta persecución contra la comunidad que residía en la ciudad de Jerusalén; todos se dispersaron por las comarcas de Judea y Samaría, excepto los apóstoles.
                   2 Enterraron a Esteban unos hombres piadosos e hicieron gran duelo por él.
                   3 Saulo, por su parte, se ensañaba con la comunidad creyente; penetraba en las casas, arrastraba a hombres y mujeres y los hacía encarcelar.
4 Entre tanto, los dispersos iban anunciando el mensaje durante su recorrido.
5 Felipe bajó a la ciudad de Samaría y les proclamó el Mesías.
6 Las multitudes hacían caso unánime de lo que decía Felipe, porque oían hablar de las señales que realizaba y las estaban viendo:
7 de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban;
8 se produjo gran alegría en aquella ciudad.
 
EXPLICACIÓN.

1b-3.              La persecución se ceba en la iglesia helenista que reside "en la ciudad de Jerusalén" (1b, en sentido neutro, gr. Hierosólyma), cuyo portavoz era Esteban: Gracias a la dispersión de la comunidad va a cumplirse el segundo punto del encargo de Jesús; "por las comarcas de Judea y Samaría" (1c, cf. 1,8). La dispersión no afecta a la iglesia autóctona, al excluirse a los apóstoles, sus representantes; la rec. occ. subraya este aspecto añadiendo: "quienes permanecieron en Jerusalén" (en sentido sacral, gr. Ierousalém). Las autoridades judías distinguen muy bien entre los dos grupos de la comunidad, y no ven en peligro más que  en el grupo helenista.

                     Tras la huida precipitada de los helenistas, se produce una doble reacción: "unos hombres piadosos/devotos", en representación  de la humanidad (cf. 2,5), dan piadosa sepultura al ajusticiado intentando reparar de algún modo la injusticia cometida (2, cf. Lc 23,48.50s), mientras que Saulo se constituye en el perseguidor implacable de la iglesia helenista (3). El constante paralelismo entre el proceso de Jesús y el de Esteban (unos 25 paralelos) presenta a éste como el modelo de discípulo.

  Gestación de una nueva iglesia (8,4-11,18). El relato de la dispersión de la comunidad helenista abre (8,4) y cierra (11,19), como un gran paréntesis, el desarrollo central construido en forma de tríptico (8,4-40; 9,1-30; 9,31-11,18), en cuyo interior se narra la "conversión" de tres personajes. Una vez consumada ésta, quedará allanado el camino para la misión entre los paganos (tercer punto del encargo de Jesús).

                4-40.   En la primera hoja del tríptico se comprueba el cambio profundo que se efectúa en el evangelista Felipe, representante ahora del grupo de los Siete. La secuencia consta a su vez de tres cuadros. En el primer cuadro se ejemplifica una situación general (4) con un caso particular; Felipe predica el Mesías, sin más, entre los samaritanos (5).

               Los resultados palpables de su misión liberadora (6-8) se ven ensombrecidos por resultados similares logrados con anterioridad por un personaje representativo, Simón, que practicaba la magia y pasmaba la región samaritana, presentándose como un ser extraordinario (9s, cf. 5,36). El éxito del mago es tan abrumador como el de Felipe, pero su acreditación es muy diversa (11; cf. v.6). 

SALMO. 66,1-7.

1 Aclamad a Dios, todo el mundo, 
2tañed en honor de su nombre, 
dadle gloria con la alabanza. 3Decid a Dios: ¡Qué formidable es tu acción! 
por tu inmenso poder los enemigos te adulan. 
4Que todo el mundo te rinda homenaje tañendo para ti, tañendo en tu honor. 
5Venid a ver las proezas de Dios,
sus hazañas formidables a favor de los hombres. 
6Transformó el mar en tierra firme: 
a pie cruzaron la corriente 
-y allí mismo lo festejamos-o 
7Con su autoridad gobierna por siempre: 
sus ojos vigilan a las naciones, 
para que no se subleven los rebeldes. 

Explicación.

66,1-4 El liturgo parece excederse invitando a "todo el mundo", especialmente considerando que habla enseguida de "enemigos" y más abajo de "rebeldes que se sublevan", y están implícitos en los "hombres" del v. 12. ¿También ellos son invitados a la "alabanza", al "homenaje" festivo"? ''Todo el mundo" podría equivaler más a bien a "en todo el mundo". 

66,3 "Formidable", es decir impresionante, sobrecogedora, que infunde temor reverencial: Sal 76. ''Te adulan": ante tu inmenso poder, no tienen más remedio que someterse con voluntad fingida: Sal 18,45. 

66,5 El objeto son "los hombres", o "seres humanos" sin precisar. Es admirable que Dios les dedique su actividad. 

66,6 Hecho concreto, clásico (Ex 14): donde se cruza la frontera de la libertad, donde el poder cósmico se pone al servicio de la salvación histórica. "Allí lo festejamos": con el cántico de Miriam, Ex 15.


66,7 Su soberanía es perpetua y universal. Vigila para mantener el orden. 

Transposición cristiana

En este salmo se conjugan una tribulación y consiguiente liberación, el señorío universal y perpetuo, la invitación a todo el mundo. Con esos elementos pueden los Padres proponer una lectura cristológica del salmo. En clave eclesiológica, la prueba que refina es ante todo la pasión de los mártires. 

EVANGELIO. Juan 6,35-40.

35. Les comentó Jesús:
-Yo soy el pan de la vida. Quien se acerca a mí nunca pasará hambre y quien me presta adhesión nunca sed.
36. Pero, como os he dicho, me habéis visto en persona y, sin embargo, no creéis.
37. Todo lo que el Padre me entrega llega hasta mí, y al que se acerca a mí no lo echo fuera,
38. porque no he bajado del cielo para realizar un designio mío, sino el designio del que me envió.
39. Y éste es el designio del que me envió: que de todo lo que me ha entregado no pierda nada, sino que lo resucite el último día.
40. Porque éste es el designio de mi Padre, que todo el que reconoce al Hijo y le presta adhesión tenga vida definitiva, y lo resucite yo el último día.

EXPLICACIÓN.

Este pan es Jesús mismo (35), don continuo del amor del Padre a la humanidad; la adhesión a él satisface toda necesidad del hombre (al contrario que la Ley, cf. Eclo 24,21; cf. Jn 4,13a-14) (35). Lo han tenido delante, pero no descubren el sentido de la acción de Jesús. Desean el pan, pero no dan el paso. Quieren recibir, pero se niegan a amar.

Explica Jesús lo dicho anteriormente usando un lenguaje diverso. El tema de este pasaje es el central en el Evangelio: Jesús, dador de vida (1,4; 3,14s; 4,14.50; 5,21.25s.40, etc). Bajado del cielo (38), el origen de Jesús, el Hombre-Dios, está en la esfera divina: la bajada del Espíritu (1,32) hizo de él la presencia del Padre entre los hombres. Identificación con el Padre e identidad de designio: comunicar vida al hombre (39). La expresión neutra todo lo que subraya la unidad que forman los que se adhieren a Jesús: no son individuos aislados, sino un cuerpo. El último día, en que termina el mundo antiguo y se inaugura el nuevo, es el día de la muerte de Jesús (cf. 7,37-39). Es entonces, con la entrega del Espíritu (19,30.34), cuando concede a los hombres la resurrección, es decir, la vida definitiva que supera la muerte (37-40).

SÍNTESIS.


La multitud se queda en el materialismo. Quiere tener cubiertas sus necesidades, pero sin esfuerzo personal. No se da cuenta del proyecto de Jesús, la creación de una sociedad alternativa compuesta de hombres libres e iguales. En esa sociedad, la abundancia será el fruto de la solidaridad de unos con otros. Prefieren renunciar a su libertad, y con ella a su crecimiento, cediendo el poder al que se preocupe de asegurarles el sustento. 

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. 1 Juan 1,5 -- 2,2.

5EI anuncio que le hemos oído a él y que os manifestamos a vosotros es éste: que Dios es luz y que en él no hay tiniebla alguna.
6Si afirmamos estar unidos a él mientras nos movemos en las tinieblas, mentimos, y nuestra conducta no es auténtica. 7En cambio, si nos movemos en la luz, como él está en la luz, estamos unidos unos con otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos va limpiando de todo pecado.
8Si afirmamos no tener pecado, nosotros mismos nos extraviamos y no llevamos dentro la verdad. 9Si reconocemos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, cancela nuestros pecados y nos limpia de toda injusticia.
10Si afirmamos no haber pecado nunca, dejamos a Dios por embustero y no llevamos dentro su mensaje.
21Hijos, os escribo esto para que no pequéis; pero, en caso de que uno peque, tenemos un defensor ante el Padre, Jesús, Mesías justo, 2que ha expiado nuestros pecados, y no, sólo los nuestros, sino también los del mundo entero.

Explicación.

Dios es luz, sin artíc., para expresar cualidad (5). Luz, que se identifica con la vida Un 1,4: «la vida era la luz del hombre»), implica manifestación Un 1,4: «la luz brilla») y comunicación Un 1,9: «ilumina a todo hombre»). Dios se da a conocer, y en ese conocimiento revela lo que es. La segunda sentencia, que excluye de Dios todo aspecto negativo: y en él no hay tiniebla alguna, indica que la revelación es completa. Aunque sea imposible abarcar la realidad divina, dentro de la limitación humana se puede conocer lo que realmente es Dios y excluir lo que no es.

En consecuencia, la primera condición para estar unido a Dios es aceptar la comunicación divina (la luz que ilumina), que va transformando al hombre asemejándolo a Dios; si no existe esa semejanza, es falsa la unión con Dios que se afirma (6). Vivir en la luz que es la vida produce el compartir esa vida unos con otros.  

Esto no hace impecables, pero mantiene unidos a Dios, y la conciencia de pecado no domina la existencia (cf. 3,19-24) (7). Los pecados ocasionales no crean una barrera entre Dios y el hombre.

De hecho, la muerte-resurrección de Jesús ha cambiado de raíz la relación del hombre con Dios; la supresión de la Ley y el don del Espíritu como respuesta a la opción libre de! hombre (Jn 2,1-11) crea una comunión de vida con Dios, expresada en la relación Padre-hijo, que se mantiene mientras el hombre no revoque su opción.

Para formular esto el autor usa dos metáforas. La primera (ausente en el Evangelio de Juan) está tomada del sistema sacrificial judío: la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado (cf. 2,2: expía nuestros pecados). La segunda, la imagen del juicio, donde Jesús aboga en favor de los suyos (2,2: tenemos un defensor).

Según Lv 17,11, la sangre «expía» mediante la vida que se dice estar «en» la sangre. La fuerza de vida de Jesús (el Espíritu/amor) liberada por su muerte, acto supremo de amor, de los límites individuales, actúa eliminando gradualmente la injusticia de la conducta en los que dan la adhesión a Dios a través de él.

Nadie es perfectamente coherente con su compromiso cristiano, y todos han tenido parte en la injusticia del mundo (tener pecado) (8); en quien lo reconoce, Dios no sólo cancela el pasado pecador, sino que elimina la injusticia interior, que vicia la relación con Dios y con los hombres (cf. Jr 40,8); fiel, porque cumple sus promesas; justo, porque no tolera la injusticia y ayuda a salir de ella (9). Los disidentes que proclaman ser y haber sido impecables niegan la necesidad de salvación (cf. Jn 8,37) (10).

Confianza del autor (2,1: Hijos, lit. «hijitos»). Actuar injustamente o hacer daño a otros no se compagina con la vida cristiana (para que no pequéis), pero, en todo caso, el perdón está asegurado (2,1-2) para los que viven en la luz (cf. 1,7), es decir, para los que mantienen la opción. Defensor, sentido del gr. parakletos en contexto judicial; cf. Jn 14,16,26; 15,26; 16,7 (“valedor”, más general). La defensa de Jesús es válida porque el pecado, obstáculo para el acceso a Dios, ha sido virtualmente eliminado por su muerte.

Salmo. 103,1-4.8-9.13-14.17-18

(Eclo 18,8-14)

1Bendice, alma mía, al Señor
y todo mi interior,
a su santo nombre.
2Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.
3ÉI perdona todas tus culpas,
cura todas tus dolencias.
4ÉI rescata tu vida de la fosa
y te corona con su bondad y compasión.
8«EI Señor es compasivo y clemente,
paciente y misericordioso».
9No está siempre pleiteando
ni guarda rencor perpetuo.
13Como un padre se enternece con sus hijos,
así se enternece el Señor con sus fieles.
14Pues él conoce nuestra condición
y se acuerda de que somos barro.  
17pero la misericordia del Señor con sus fieles
dura desde siempre hasta siempre;
su justicia pasa de hijos a nietos,
18para los que guardan la alianza
y recitan y cumplen sus mandatos.
Explicación.
103,2 "Beneficios": un uso de "retribución" benéfica raro, compartido sólo con 2 Cr 32,25 y dos proverbios impersonales.
103,3-6 Los seis participios son enumerativos. Podemos agrupar tres: perdona el pecado, causa, cura la enfermedad, consecuencia, salva de la muerte, castigo o destino. Los otros tres introducen la terna "compasión, misericordia, bondad" y la bina "justicia y derecho" a favor de los "oprimidos".
103,3 El "perdonador": el verbo hebreo es raro en el salterio: 25,11, el adjetivo en 86,5, el sustantivo en 130,4. "Médico": Ex 15, 26 y otros.
103,4 "Rescatador" título y acción frecuentes en ls 40-55: significa recobrar una propiedad o una libertad: rescate extremo, del poder de la Muerte. "Coronador": puede significar ceñir una corona o turbante y también, rodear protegiendo. Aquí encaja mejor el segundo significado.
103,9-10 Empieza el comentario con cuatro oraciones negativas, que no niegan los verbos, sino los adverbios. Acusa y pleitea, pero no perpetuamente; paga y castiga, pero no como merecemos. A la queja de Lam 5,20, a la pregunta de Sal 77,8 responde: "no para siempre"; el doble castigo de Is 40,1 lo corrige: "no como merecemos". La medida del castigo no es el delito, porque su justicia está temperada y superada por la misericordia.
103,11-13 Las tres comparaciones ya comentadas.
103, 14 Términos de alfarería. Nadie como el alfarero conoce el material empleado y el modelado impreso (Gn 6,5). Nuestra fragilidad de cerámica es nuestra mayor ventaja, porque nuestro alfarero es nuestro padre. Léase el desarrollo paralelo de Eclo 18,8-14.
103,17 -18 La "misericordia" parece limitarse a la comunidad de los fieles, se desplaza hacia la lealtad debida a la "alianza"; la "justicia" es exigencia de observancia. Entonces, ¿es una misericordia condicionada? Cabe otra explicación: que, una vez perdonados, se enmienden y cumplan los mandamientos; lo contrario sería presunción: Eclo 5,4-6. La misericordia y el perdón no son carta blanca para el delito.
Tramsposición cristiana.
 Este salmo anticipa la revelación por Jesús de la paternidad de Dios, tema central del evangelio de Juan, Puestos a escoger, recordemos el padrenuestro, la oración en la cruz (Lc 23,34), la parábola del hijo pródigo, la revelación de Mt 11,25-27; Lc 10,21 s.
Evangelio. Mateo 11,25-30.

 25 En aquella ocasión exclamó Jesús:
                   - Bendito seas, Padre, Señor del cielo y tierra, porque, si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla;
26 sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien.
                  27 Mi Padre me lo ha entregado todo; al Hijo lo conoce sólo el Padre y al Padre lo conoce sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
                  28 Acercaos a mí todos los que estáis rendidos y abrumados, que yo os daré respiro. 
29 Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde: encontraréis vuestro respiro,
30 pues mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

EXPLICACIÓN.

25 - 30.      Los intelectuales no entienden las obras del Mesías, pero sí el pueblo sencillo. Es la ausencia de todo interés torcido lo que permite discernir el plan de Dios. (11,19b). Los sabios y entendidos (Is 29,14): sus mezquinos intereses inutilizan su ciencia. Me lo ha entregado todo, cf. 1,23: "Dios con nosotros"; 3,17; "mi Hijo", La relación íntima entre Jesús y el Padre, por la comunidad de Espíritu (3,16); sólo conoce al Padre quien recibe el Espíritu de Jesús y experimenta el amor de Dios como Padre. El conocimiento de Dios a través del estudio de la Ley (sabios y entendidos) no es verdadero conocimiento. Se atribuye al Padre o a Jesús o que depende de la disposición del hombre (27). "Cansados y agobiados" por la enseñanza de los sabios y entendidos. Jesús es maestro, pero no domina (28). Yugo, las exigencias que se derivan de su mensaje. Para acercarse a Dios no hay que observar la Ley, basta con acercarse a Jesús.