martes, 24 de marzo de 2020

21 DE MAYO

PRIMERA LECTURA. Hechos 18,1-8.

1 Después de aquello, abandonó Atenas y fue a Corinto.
2 Encontró a cierto judío de nombre Áquila, natural de Ponto, que había llegado hacía poco de Italia con su mujer Priscila, por haber decretado Claudio que todos los judíos abandonasen Roma, y se juntó con ellos.
3 Como ejercía el mismo oficio, se quedó a trabajar en su casa. (Eran tejedores de lona).
                       4 Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y a griegos.
5 Pero cuando bajaron de Macedonia tanto Silas como Timoteo, se consagró por entero a la predicación, sosteniendo ante los judíos que Jesús era el Mesías.
6 Como éstos se cerraban en banda y lo insultaban, Pablo se sacudió la ropa y les dijo:
                     - Vosotros sois responsables de lo que os ocurra, yo no tengo culpa. En adelante me voy con los paganos.
                     7 Se marchó de allí y fue a casa de un tal Ticio Justo, adicto al judaísmo, cuya casa estaba al lado de la sinagoga.
8 Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios que escuchaban, creían y se bautizaban.

Explicación.

Tras el fracaso en Atenas Pablo se marcha a Corinto (1). Deseoso de subsanar a su modo las deficiencias que habían hecho fracasar su misión, se junta a una comunidad judía, representada por el matrimonio judío (no se dice que sean creyentes) formado por Áquila ("cierto judío") y Priscila, que habían abandonado a su vez, si bien forzados, la capital del imperio (2); se queda a trabajar en casa de ellos (3).

                    Sigue discutiendo en la sinagoga con judíos y simpatizantes (4). La rec. occ. deja entrever la doble táctica empleada: "Acudía a la sinagoga todos los sábados para discutir, a la par que establecía que Jesús es el Señor, tratando así de convencer no sólo a los judíos sino también a los griegos".

                   La presencia del grupo judaizante constituido por Silas y Timoteo lo mueve a consagrarse exclusivamente a los judíos (5). A pesar de "la profusión de razones y pruebas escriturísticas", según reza la rec. occ. lo rechazan de plano; esto lleva a Pablo a romper con ellos y a proclamar de nuevo (cf. 13,46) que de ahora en adelante se va con los paganos, después de rechazar toda responsabilidad en las consecuencias que podrían derivarse de este hecho para el pueblo judío (6).

                 Sin embargo, no va muy lejos en su propósito: encuentra eco en los paganos simpatizantes con el judaísmo y sus instituciones (7). Fruto de esa predicación ambigua son la conversión del jefe de la sinagoga, por un lado, y de muchos corintios, por otro (8). Lc precisa también aquí que "se bautizaban", como en otras ocasiones de esta segunda fase de la misión (cf. 16,15.33). 

SALMO. 98,1-4.

(Sal 96; Is 40-55) 

1Cantad al Señor un cántico nuevo 
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
2EI Señor da a conocer su victoria,
revela su justicia a la vista de los pueblos. 
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
para la Casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado 
la victoria de nuestro Dios.
4Vitorea al Señor, tierra entera,
gritad, aclamad, tañed: 
Explicación.
98,1 Ap 5,9; 14,3.
98,1-3 Notamos una "victoria" singular y "maravillas" plurales. La explicación está en el "recuerdo" del Señor, el cual ha sido coherente con su modo de proceder, ha mantenido su "lealtad". La acción ha sido a favor de Israel y "justa", la manifestación es universal: Israel es escenario de la actuación de Dios.
98,4-6 En la música instrumental y vocal reconoce el salmista un acto superior de alabanza. La vocal exalta la palabra, intensifica la expresión; la instrumental templa y acuerda los sonidos naturales. 
 Transposición cristiana.

El tema del "venir" se realiza en el "adviento", en el Mesías "que ha de venir"; doble adviento, histórico y escatológico; ambos celebrados en nuestro adviento litúrgico. El segundo tema es el reinado, dominante en el NT: universal y justo. Al "cántico nuevo" se refiere Ap 5,9s.

 EVANGELIO. Juan 16,16-20.
Ausencia y presencia de Jesús 
 (Jn 16,16-23a)

16. – Dentro de poco dejaréis de verme, pero un poco más tarde me veréis aparecer.
17. Comentaron entonces algunos de sus discípulos:
- ¿Qué significa eso que nos dice: “Dentro de poco dejaréis de verme, pero un poco más tarde me veréis aparecer”?, ¿y eso de: “Me marcho con el Padre”?
18. Y se preguntaban:
- ¿Qué significa ese “Dentro de poco”? No sabemos de qué habla.
19. Notó Jesús que querían preguntarle, y les dijo:
-¿Estáis discutiendo porque he dicho: “Dentro de poco dejaréis de verme, pero un poco más tarde me veréis aparecer”?
20. Pues sí, os aseguro que vosotros lloraréis y os lamentaréis; el mundo, en cambio, se alegrará. Vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
Explicación.
Jesús recoge la frase de 14,19 (16). La comunidad, sujeta a las vicisitudes de la historia y, ocasionalmente, a la persecución, experimentará momentos de cercanía y de lejanía de Jesús, de los que serán prototipo la ausencia causada por su muerte y su presencia vuelto a la vida. Cada grupo tendrá momentos difíciles, en los que le parezca quedar desamparado; pero, a cada prueba exterior sucederá, sin mucho intervalo, una nueva presencia de Jesús. El ciclo de Jesús (muerte-resurrección) se convierte en ciclo de la comunidad.

El comentario de algunos discípulos (17) revela que no han comprendido lo que significa la ausencia de Jesús. Se subraya mucho su desconcierto, porque la frase se repite cuatro veces (16.17.18.19). Siguen pensando, como Tomás (14,5), que la muerte es el final de todo. La insistencia en el Dentro de poco (18) y la imagen sucesiva de la mujer que da a luz colocan las palabras de Jesús sobre el trasfondo de Is 26,14-21.

Jesús repite la frase textualmente (19), como para inculcarla bien a los suyos. Para describir el dolor de los discípulos y la violencia de la prueba usa Jesús los dos verbos clásicos para expresar el luto por un muerto (20: lloraréis y os lamentaréis). Contraste con el mundo, cuya alegría refleja la satisfacción por su aparente victoria. Inmediatamente, sin embargo, anuncia el cambio de situación (vuestra tristeza se convertirá en alegría), gracias a su nueva presencia (16).
 SÍNTESIS.

En el discurso de Jesús aparecen dos planos superpuestos en relación con el tema muerte-fecundidad. En primer lugar, se refiere a su propia muerte, que producirá tristeza, pero no duradera; su fruto será el nacimiento del hombre nuevo a su estado definitivo. En segundo lugar, lo que sucede con Jesús es ley para todos. La comunidad tiene que ser fecunda y, por tanto, conocerá sus momentos de dolor/muerte, tanto a nivel individual como de grupo. Así seguirá naciendo el Hombre. No se interrumpe, sin embargo, la alegría, que nace de la presencia de Jesús y del fruto que nace.

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