lunes, 18 de noviembre de 2019

12 DE ENERO

Isaías 42,1-4.6-7.
  
1Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu,
para que promueva el derecho en las naciones.
2No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
3La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho,
4no vacilará ni se quebrará, hasta implantar
el derecho en la tierra,
y su ley que esperan las islas.

Dios habla a su siervo.

6Yo, el Señor, te he llamado para la justicia,
te he tomado de la mano, te he formado
y te he hecho alianza de un pueblo,
luz de las naciones.
7Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión
y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas:

Explicación.

42,1-4 El oficio se recibe por elección  por el don del espíritu: el elegido es mediador carismático. Su empresa es implantar el derecho, según la voluntad de Dios. Realizará la empresa no con las armas y por la fuerza, sino con un nuevo estilo: mansedumbre con lo débil y vacilante (como Moisés, según Nm 12,3), pero firmeza y tenacidad en aguantar y cumplir. El ámbito es universal: el reino de la justicia es lo que oscuramente esperan los pueblos desconocidos. Citado en Mt 3,17 y Mc 1,11.

42,6 La expresión hebrea podría traducirse por "con justicia, legítimamente". Prefiero el sentido de finalidad. Hacia dentro, el enviado será "alianza", aglutinante del pueblo y mediador de la alianza con Dios (cfr. 2 Sm 5,3). Para los paganos será luz nueva (cfr. 2,5 y Lc 2,32).

42,7 Con valor simbólico: "abre los ojos" a los que estaban encarcelados en las tinieblas (cfr. Sab 17,2).

Salmo 29,1-4.9-10.

1 Hijos de Dios, aclamad al Señor
aclamad la gloria y el poder del Señor,
2 aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
3 La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria ha tronado,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
4 La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
9 La voz del Señor retuerce los robles,
abre claros en las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
10 El Señor se sienta sobre el diluvio,
está sentado el Señor como rey eterno.

Explicación.

29,1-2 Toda la corte celeste, en el templo del cielo, o con vestiduras litúrgicas, rendirá homenaje a Yhwh.

29,3 Véanse Sal 18,14; Job 37,4s.

29,4 Véase Sal 68,34.

29,9 Corrijo el texto hebreo, para quedarme en el reino vegetal. El original dice "hace partir las ciervas", las hace abortar de terror. El templo puee ser el terrestre, donde se reúne el pueblo, o el celeste, done rinden homenaje los seres divinos. Un grito unísono responde a la "voz" séptuple del Señor.

29,10-11 Tras la tormenta sobreviene la paz. En la tremenda sacudida de la naturaleza, ancha y contagiosa, el Señor está tranquilamente sentado, por encima de las aguas. Ese Señor tiene un pueblo a quien otorgar el poder y bendice con la paz.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Mt 8,23-27 nos muestra a Jesús señor de la tempestad. Mt 27,45s.50s describe la muerte de Jesús como teofanía: tinieblas, temblor de tierra, una gran voz. Una reminiscencia de los siete truenos se lee en Ap 10,2s. Autores antiguos aplican el salmo a la venida del Espíritu Santo y lo desmenuzan ingeniosamente.

Hechos 10,34-38.

34 Pedro tomó la palabra y dijo:
          - Realmente, voy comprendiendo que Dios ni discrimina a nadie,
35 sino que acepta al que lo respeta y obra rectamente, sea de la nación que sea.
36 Él envió su mensaje a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesús el Mesías, que es Señor de todos.
37 Vosotros conocéis muy bien el hecho acaecido en todo el país judío, empezando por Galilea después de que Juan predicó el bautismo,
38 el hecho de Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando todos los sojuzgados por el diablo, porque Dios estaba con él.

Explicación.

El discurso de Pedro manifiesta que, a pesar de haber comprendido que Dios no acepta la segregación religiosa que propugnaba el judaísmo (34, cf. vv. 15.20.28), no está dispuesto a renunciar un ápice a la posición privilegiada de Israel.

           Basa su discurso en el postulado judío de que Dios acepta a todo el que es religioso y practica la justicia (35; cf. vv. 2.22). De momento ha reducido el contenido de la visión de Jafa a una aceptación material de los paganos. Para Pedro, el destinatario de la paz mesiánica es Israel, aunque de hecho Dios la ha enviado por medio de Jesús para todos los pueblos (36).

          Pedro cree que Cornelio y familia, en su calidad de adeptos judíos, tienen conocimientos de todo lo referente a Jesús de Nazaret, a su unción mesiánica en el Jordán y a su misión liberadora (37s). 

Evangelio de Mateo 3,13-17.

13 Entonces llegó Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.
14 Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
                        - Soy yo quien necesita que tú me bautices, y ¿tú acudes a mí?
                        15 Jesús le contestó:
                        - Déjame ya, que así es como nos toca a nosotros cumplir todo lo que Dios quiera.
                        Entonces Juan lo dejó.
                        16 Jesús, una vez bautizado, salió en seguida del agua. De pronto quedó abierto el cielo y vio al Espíritu de Dios bajar como paloma y posarse sobre él.
                        17 Éste es mi hijo, el amado, en quien he puesto mi favor.

EXPLICACIÓN.

13 - 17.           Juan reconoce en Jesús al Mesías y se opone a su propósito (13), pues el gesto de Jesús no cuadra con la descripción del Mesías que ha hecho antes: un símbolo de muerte (bautismo), en lugar de una actividad de juez (14). El bautismo de Jesús simboliza su compromiso de dar la vida, y así se realizará el designio divino. Juan debe aceptarlo (15). Al compromiso de Jesús (su bautismo), respuesta divina (16): el cielo abierto asegura una comunicación ininterrumpida de Dios con Jesús, expresada por el Espíritu de Dios que se le comunica plenamente. Paloma, alusión a Gn 1,2: en Jesús culmina la creación: plenitud humana (el Hijo del hombre) y divina (el Hijo de Dios). Alusiones a Is 11,1-5, el rey mesiánico; 42,1-7, el servidor, luz y esperanza de las naciones, y 61,1-4, liberación del pueblo. La voz del cielo (17) formula lo significado por la bajada del Espíritu: éste es mi Hijo (Sal 2,7, el rey Mesías); el amado (cf. Gn 22,2, de Isaac, alusión a la muerte); en él he puesto mi favor, alusión a Is 42,1, del servidor.


                        La escena del bautismo representa la investidura del Mesías, capacitado por el Espíritu para su misión universal y liberadora.

11 DE ENERO

Primera Lectura. 1 Juan 5,14-21.


14Esta es la seguridad que tenemos al dirigimos a él, que si pedimos algo conforme a su designio, nos escucha; 15 y al estar ciertos de que él escucha cualquier cosa que le pidamos, estamos ciertos de que obtendremos lo que le hemos pedido.
16Si uno se da cuenta de que su hermano peca en algo que no acarrea la muerte, pida por él y le dará vida. Digo los que cometen pecados que no acarrean la muerte. Hay un pecado que acarrea la muerte; no me refiero a ése cuando digo que rece. 17Toda injusticia es pecado, pero hay pecados que no acarrean la muerte.
18 Sabemos que todo el que vive como nacido de Dios no peca; no, lo preserva el que nació de Dios, y el Malo no puede atraparlo.
19Sabemos que somos de Dios, mientras el mundo entero está en poder del Malo.
20Sabemos que ha venido el Hijo de Dios y nos ha dado entendimiento para conocer al Verdadero, y estamos con el Verdadero, estando con su Hijo, Jesús Mesías. Ese es el verdadero Dios y vida definitiva.
21Hijos, guardaos de los ídolos.

EXPLICACIÓN

14-21.Los que son hijos de Dios y tienen la experiencia de la vida definitiva tienen la seguridad de que Dios los escucha en todo lo que contribuye a realizar su designio. La conciencia de ser escuchados es tan cierta, que lo que se pide es ya de alguna manera poseído (14-15).

Eficacia de la oración por un miembro de la propia comunidad que falla en algo, pero no abandona su compromiso de fe y amor; la oración, expresión de amor, comunica vida. El pecado que acarrea la muerte: la opción en contra del amor; no amar, sino odiar; quien tal hace se priva de la vida definitiva (3,15). Se puede orar por él, pero no es a esta oración a la que se refiere el autor (16; cf. 3,14-15). Las incoherencias del cristiano no siempre suponen el abandono de su adhesión (17).

Tres vivencias que se derivan de lo que es Dios y de la vida que ha dado a los hombres:

Primera, que Jesús, el Hijo de Dios, protege contra el pecado a los que han nacido de Dios; «el Malo», personificación de los valores del sistema injusto (cf. 3,8) (18).

Segunda: la conciencia de pertenecer a Dios, y de la oposición a los valores del mundo (19).
Tercera: conocer por medio de Jesús al verdadero Dios Jn 17,3; 6,44; 14,6; vida definitiva, cf. Jn 5,26) (20).


Sólo el Dios que Jesús revela, el que es amor y exige fraternidad, es el verdadero; ídolos, todas las falsas imágenes o concepciones de Dios que se han fabricado los hombres. Cualquier dios distinto del que se revela en Jesús, aunque se le invoque como Dios de los cristianos, es un ídolo (21).

Salmo 149,1-6.9


1¡Aleluya! Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza
en la asamblea de los leales;
2festeje Israel a su Creador,
los Hijos de Sión a su Rey.
3Alabad su nombre con danzas,
tañendo para él panderos y cítaras;
4porque el Señor ama a su pueblo
y corona con su victoria a los oprimidos.
5Que los leales celebren su gloria
y canten jubilosos desde sus lechos:
6en las gargantas vítores a Dios,

en las manos espadas de dos filos, 
9Ejecutar la sentencia dictada

es un honor para todos sus leales. ¡Aleluya!
Explicación.
149,2 "Creador" o hacedor de la nación. “Hijos de Sión": tiene un solo antecedente, JI 2,23. Creo que aquí denota a cuantos aman la causa de la ciudad: cfr. Is 66,8.10.
149,3 "Danzas": algunos imaginan una danza sacra de espadas (Ez 21,14-22), una pantomima cuyo texto, que va explicando la acción, es el salmo. Unos hacen de enemigos vencidos, otros fingen la ejecución; concluyen cantando la victoria.
149,4 Estos "oprimidos" quizá procedan de Sof 2,3.
149,5 "Celebren su gloria": semejante a Is 13,3. Creo que es enfático, "incluso en el lecho"; inspirado en Dt 6,7.
149,6 Recuerda Neh 4,11. El fervor religioso de la lucha se expresa en las arengas de los Macabeos: 1 Mac 1, 18s; 4,9-13; 9,44-47. 
149,9 La ejecución del culpable puede ser competencia honorífica, como muestra Jue 8,20s. 
 Transposición cristiana.

Leyendo el aviso de Jesús a Pedro, Mt 26,52-54, vemos que las batallas del salmo tienen que transponerse a otro orden, p. ej. como lo propone Ef 6,12. 

Evangelio. Juan 3,22-30.

  22. Algún tiempo después fue Jesús con sus discípulos a la comarca de Judea, se detuvo allí con ellos y bautizaba.
23. También Juan estaba bautizado en Enón, cerca de Salim, por haber allí agua abundante; se presentaba gente y se bautizaba
24. (aún no habían metido a Juan en la cárcel).
25. Entablaron una discusión los discípulos de Juan con un judío sobre ritos de purificación.
26. Fueron después adonde estaba Juan y le dijeron:
- Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y de quien tú diste testimonio, resulta que ése está bautizando y todos acuden a él.
27. Replicó Juan:
- Nadie puede apropiarse cosa alguna si no se le concede del cielo.
28. Vosotros mismos me sois testigos de que dije que no soy yo el Mesías, sino que me ha enviado delante de él.
29. El que se lleva a la esposa es el esposo, y el amigo del esposo, que se mantiene a su lado y lo oye, siente gran alegría por la voz del esposo. Por eso, esta mi alegría ha llegado a su colmo.
30. A él le toca crecer, a mí menguar.

Explicación.

Jesús bautiza (22) o hace bautizar a sus discípulos (4,1), mostrando así su acuerdo con el movimiento contestatario comenzado por Juan Bautista (1,28). Éste ha tenido que cambiar de lugar, ya ha comenzado la persecución contra él (23). Se quiere absolutizar a Juan Bautista; aunque él se presentaba sólo como precursor (1,6-8.15.26.30), sus discípulos pretenden oponerlo a Jesús (26); Juan reafirma su misión y manifiesta su gozo por el éxito del Mesías-Esposo (27-30).






Lo ocurrido con Juan ha sido la tónica general del judaísmo: se había dado valor permanente a los enviados de Dios en el AT, en particular a Moisés. Ellos y su mensaje no se consideraban anuncio y preparación del Mesías, sino término en sí mismos.

10 DE ENERO

Primera Lectura. 1 Juan 5,5-13.

5Pues, ¿quién puede vencer al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

6Éste es el que pasó a través de agua y sangre, Jesús Mesías. No se sumergió en el agua solamente, sino en el agua y en la sangre, y es el Espíritu quien está dando testimonio, porque el Espíritu es la verdad. 7Son tres los que dan testimonio: 8el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres coinciden.
9Si aceptamos el testimonio humano, el testimonio de Dios tiene más fuerza; porque ése es el testimonio de Dios, que ha dejado su testimonio acerca de su Hijo.
10Quien mantiene su adhesión al Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; quien no da fe a Dios lo deja por embustero, por negarse a dar su adhesión al testimonio que ha dejado Dios acerca de su Hijo. 11 Y éste es el contenido del testimonio: que Dios nos ha dado vida definitiva, y esta vida está en su Hijo: 12quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
13Me he propuesto con esta carta que vosotros, los que prestáis adhesión a la persona del Hijo de Dios, estéis ciertos de que tenéis vida definitiva. 

EXPLICACIÓN.

Esto no es difícil cuando se desprecian los valores del mundo. Tal es la victoria que da la fe/adhesión a Jesús (cf. Jn 16,33): reconociéndolo por Hijo de Dios se adoptan sus valores, contrarios a los del orden injusto (3b-5). 

6-12. Párrafo claramente antignóstico. Jesús, el Mesías, no pasó únicamente a través del bautismo (agua), donde recibió el don de Dios, la unción del Espíritu, sino que respondió a ese don dando su vida por los hombres (sangre); el memorial de su entrega es la eucaristía. Se sumergió, implícito en la prepos. gr. en, cf. 1 Cor 10,2; la muerte, considerada como otra inmersión, cf. Mc 10,38s. El Espíritu de Dios sigue dando testimonio de que Jesús significa amor hasta el fin; el Espíritu es la verdad, cf. 4,6: «el espíritu de la verdad" (6); da su testimonio a través de los mensajes inspirados (la profecía), en el bautismo (agua) y en la eucaristía (sangre) (7-8). La adición de la Vulgata clementina sobre los tres testigos celestes, el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo, no se halla en los códices griegos y, entre los latinos, sólo se lee en algunos códices españoles. Es probable que su origen sea africano.

Ese testimonio vivo y permanente en la comunidad tiene más fuerza que cualquier otro, pues está dado por Dios mismo (9). Pero, además, Dios da su testimonio dentro de cada uno de los fieles (10; cf. 2,20.26s), y este testimonio consiste en la experiencia de una calidad de vida (el Espíritu) que dimana de la adhesión a Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías que murió por los hombres (11-12).


Para el autor, el cristianismo no se define solamente por la experiencia interior de Dios, por la devoción o por la aspiración y el esfuerzo por una perfección interior; es una experiencia de vida y amor divino a través de Jesús, el Ungido, que transforma la conducta y se expresa necesariamente en el amor a los demás hombres. Si no se traduce en conducta, el cristianismo es espurio. 

Propósito de la carta: asegurar a los lectores de que la fe/adhesión a Jesús Mesías y la práctica del amor fraterno son la vida definitiva (13). 

Salmo 147,12-15.19-20.
 

12Glorifica, Jerusalén, al Señor,
alaba a tu Dios, Sión,
13que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y bendice a tus hijos dentro de ti;
14que ha puesto paz en tus fronteras

y te sacia con flor de harina,
15que envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre velozmente; 

19Anuncia su mensaje a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel.
20Con ninguna nación obró así

ni les dio a conocer sus mandatos. ¡Aleluya!

Explicación.


147,13 Supone la amenaza exterior: Neh 3. Bendice: con la fecundidad.
147,14 Paronomasia con el nombre de la capital: Sal 122.
147,15-18 Llega la estación invernal. En manos de Dios los meteoros hostiles resultan domésticos: lana blanca y protectora, ceniza, resto de un fuego de hogar, mendrugos, restos de pan. Más importante el dominio de Dios que, en su sazón, con un soplo, sacude el letargo invernal: compárese con Eclo 43,17-22. Del mismo modo controla los inviernos de la historia.
147,19 La terna "mensaje, decretos y mandatos" remite al Dt e implícitamente a la alianza.
147,20 La leyes privilegio de Israel: Dt 4,8; Bar 4,1-4.
Transposición cristiana.


Es tradicional que Jerusalén represente a la Iglesia terrestre y a la celeste, de donde la lectura del salmo en dos claves complementarias. La palabra que viene a la tierra y corre veloz es el Hijo de Dios en la encarnación; como palabra se prolonga en la predicación del evangelio.

Evangelio. Lucas 5,12-16.

12 Estando él en uno de aquellos pueblos apareció un hombre todo lleno de lepra; al ver a Jesús se echó rostro en tierra y le rogó:
- Señor, si quieres, puedes limpiarme.
13 Jesús, extendió la mano y lo tocó diciendo_
- Quiero, queda limpio.
Y enseguida se le quitó la lepra.
14 Él le mandó no decírselo a nadie, añadiendo:
- Al contrario, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que prescribió Moisés como prueba contra ellos.
15 Se iba hablando de él cada vez más, y grandes multitudes acudían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades;
16 pero él solía retirarse a despoblado para orar.

EXPLICACIÓN.




Vse. Mt 8,2-4; Mc 1,39-45. El leproso, prototipo del marginado. Extender la mano (13), de las hazañas divinas en el éxodo (Éx 6,6; 14,16; 15,42; Jr 17,5). Jesús no respeta la marginación impuesta por la Ley; tocando al leproso, la viola (Lv 12-13): no hay hombres impuros para Dios. No quiere que se divulgue el hecho: es demasiado pronto para declarar públicamente la invalidez de esa Ley que consagra la injusticia; las prescripciones sobre la lepra son de Moisés, no de Dios, y prueban la dureza de este pueblo (14). Pide por el éxito de su misión antes de hacer público el mensaje de la univesalidad (16). 

9 DE ENERO

Primera Lectura. 1 Juan 4,19--5,4.


419Podemos amar nosotros porque él nos amó primero.
20EI que diga « Yo amo a Dios» mientras odia a su hermano, es un embustero, porque quien no ama a su hermano a quien está viendo, a Dios, a quien no ve, no puede amarlo. 20Y éste es el mandamiento que recibimos de él, que quien ama a Dios ame también a su hermano. 
5 1¡Quien cree que Jesús es el Mesías ha nacido de Dios, y quien ama al que da el ser ama también a todo el que ha nacido de él.
2Ésta es la señal de que amamos a los hijos de Dios, que amamos a Dios cumpliendo sus mandamientos, 3porque amar a Dios significa cumplir sus mandamientos.
Sus mandamientos no son una carga, 4porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.


EXPLICACIÓN.

El hombre puede amar porque se siente amado (19), pero no puede corresponder al amor de Dios sino a través del prójimo. Amor a Dios sin amor a los hombres es pura ilusión; a Dios, a quien no ve, cf. 4,12 (20-21). 

La fe/adhesión a Jesús-hombre como Mesías salvador es señal de haber nacido de Dios, es decir, de haber recibido su Espíritu. Se opone el autor a los que minusvaloraban la humanidad de Jesús, afirmando que «el Mesías» es una realidad celeste que descendió sobre Jesús en su bautismo y se separó de él antes de su crucifixión. La muerte del hombre Jesús, fundamento del compromiso cristiano de amor a los hombres, no tenía valor para ellos ni, por tanto, se sentían vinculados por ese compromiso.


El Espíritu instaura la relación Padre-hijo entre el hombre y Dios, y amar al Padre lleva consigo amar a todos los que a él se parecen (1).

El autor ha mostrado que el amor tiene su origen en Dios y que el amor a Dios, reflejo del que él nos tiene, se demuestra con el amor a los hermanos. Ahora considera lo mismo desde el punto de vista opuesto: tampoco es posible amar a los hermanos sin tener el amor a Dios, que se traduce en la fidelidad a su designio. Sólo ateniéndose a los mandamientos, es decir, amando como Jesús ha amado (cf. 3,23) se puede estar seguro de que el amor a los demás es verdadero (2-3a).

Esto no es difícil cuando se desprecian los valores del mundo. Tal es la victoria que da la fe/adhesión a Jesús (cf. Jn 16,33): reconociéndolo por Hijo de Dios se adoptan sus valores, contrarios a los del orden injusto (3b-5).


Salmo. 72,1-2.14-15.17.

1Oh Dios, confía tu juicio al rey,
tu justicia a un hijo de rey.
2Que rija a tu pueblo con justicia, a tus afligidos con rectitud. 
14Que los rescate de la crueldad y violencia,
que aprecie en mucho su sangre.
15¡Que viva!, que le den oro de Sabá,

que recen por él continuamente

y todo el día lo bendigan. 
17Que su nombre sea eterno,
frente al sol retoñe su nombre.
Que todos los pueblos lo feliciten
y lo invoquen como bendición.  

Explicación.

72,1-3 La primera sección presenta a los personajes: Dios, el rey y un escenario de montañas. Dios es la primera palabra del poema. Posee una justicia suya, que ejerce en el gobierno del mundo y que delega para que su pueblo conviva en la justicia: cfr. 2 Cr 19,6. El reyes "hijo de rey", es decir, de estirpe real, davídica, no usurpador; está en función de "tu pueblo", que es de Dios y no suyo, y es hoy un pueblo "afligido": ¿por un dominio extranjero despótico?, ¿por abusos de gobernantes anteriores? "Montes y colinas" pueden representar el paisaje, la configuración de Judá: Ex 15,17; 1 Re 20,23; Is 14,25 etc. 


72,13-14 La repetición de "vida" en ambos versos nos dice que es cuestión de vida o muerte. El rey no está dispuesto a sacrificar a súbditos más humildes, pues estima sumamente la "sangre = vida". "Rescatar" vidas puede ser hacer justicia condenando a muerte al homicida. Creo más probable que "rescatar" se refiera aquí al peligro grave, no al homicidio consumado.

72,15 Comienza con el grito clásico ¡Viva!: 1 Sm 10,24; 2 Sm 16,16; 1 Re 1,25.31. 34-39. El verbo "dar" o se lee en pasiva o como impersonal. "Bendecir" es desearle
bendiciones de Dios. 

72,17 Tercera petición. El nombre se perpetúa en la memoria y la descendencia. Ese nombre recibirá la felicitación de los venideros y se usará como modelo y prenda de bendición, como el de Abrahán: Gn 12,3; 18,18; 22,18. Un rey con algo de patriarca.


Transposición cristiana.

La tradición rabínica aplicó este salmo al Mesías; los cristianos lo identificaron con Jesús de Nazaret. Una vez planteada la trasposición global, podemos descubrir resonancias particulares en el NT. Reino eterno: Lc 1,33; universal: Mt 2,2;Ap 15,4; reino de justicia y paz: Mt 5,6.9; Rom 14,17; 1 Co 1,30; Ef 2,14; Sant 3,18; victoria sobre el opresor: Lc 11,21 s; Ap 17, 15; a favor de los pobres: Mt 5,2; Lc 4,18; 7,22; rescatar o vengar: Tit 2,14; Mt 20,28; Ap 6,10. Que viva: Ap 1,18; Rom 6,9; reconocimiento universal del nombre: Flp 2,10; Ap 14,6. La lista se podría ampliar fácilmente.

Evangelio. Lucas 4,14-22.

14 Con la fuerza del Espíritu regresó Jesús a Galilea, y la noticia se difundió por toda la comarca.
15 Enseñaba en aquellas sinagogas, y todos se hacían lenguas de él.
16 Llegó a Nazaret, donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, según su costumbre, y se levantó para tener la lectura.
17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y, desarrollando el volumen, dio con el pasaje donde estaba escrito:

18 El Espíritu del Señor descansa sobre mí,
porque él me ha ungido.
Me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres,
a proclamar la libertad a los cautivos,
y la vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos,
19 a proclamar el año favorable del Señor (Is 61,1-2).

20 Enrolló el volumen, lo devolvió al sacristán y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él,
21 y empezó a hablarles:
-Hoy ha quedado cumplido este pasaje ante vosotros que lo habéis escuchado.
22 Todos se declaraban en contra, extrañados del discurso sobre la gracia que salía de sus labios, y decían:
-Pero, ¿no es éste el hijo de José?

Explicación.

Jesús, portador del Espíritu. Primera actividad, la enseñanza. Éxito: aceptación entusiasta en Galilea (14s). Escena programática en Nazaret, en contraste con el resto de Galilea. Nazaret representa los círculos nacionalistas fanáticos del pueblo judío. Conocían a Jesús y esperan que comparta sus ideales.

Según su costumbre (16) remite a su enseñanza (15): va a exponer en Nazaret lo mismo que en el resto de Galilea, pero va a encontrarse con el fracaso. Toma la iniciativa; él mismo busca el pasaje de Is 61,1s (18s), que se interpretaba en sentido mesiánico (profeta-Mesías). Combinando textos (incluye Is 58,6: a poner en libertad a los oprimidos), describe Lc la misión liberadora de Jesús, el Ungido por el Espíritu. En primer lugar, anunciar a los pobres el fin de su condición miserable (cf. 1,51-53; 2,10s); cautivos, ciegos, los oprimidos (1,79; Is 9,1s; 29,18ss; 35,5; 42,7; 60,1ss). Alusión al año jubilar (19: el año favorable del Señor), en que se cancelaban las deudas y se ponía en libertad a los esclavos (Lv 25); el antiguo uso se convierte en símbolo de liberación. Relación del pasaje con los cánticos del Servidor (Is 42,1.7), antítesis de la violencia y del nacionalismo particularista (Is42,4; 49,6; 51,4s) y que libera con su pasión y muerte (Is 52,13-53,2). Se explica así la omisión intencionada (20: enrolló el volumen, cortando el pasaje) del final de Is 61,2: "el día del desquite del Señor nuestro Dios", referido a la victoria sobre los paganos, y de su aplicación a Sión (Is 62,3). Se sentó, postura del maestro.




Tensa expectación (20): la lectura del texto mutilado, presentación programático, espera una explicación. En su pueblo había tenido aceptación (2,52), por pensarse que era hijo de José (3,23); ha llegado ahora acompañado de una nueva fama (4,14), por propia iniciativa ha leído un texto clásico de la expectación mesiánica, pero omitiendo el final. Jesús comienza el discurso aplicándose a sí mismo el pasaje del profeta: él es el Mesías liberador, se abre la era de la salvación, pero ésta es universal, no excluye a los paganos (21). Reacción unánime y desfavorable. El gr. martyreô, con dativo, significa aquí testimoniar / declararse en contra (cf. Mt 23,31) (22). El discurso trataba de la gracia (determinado), del favor de Dios (19) para judíos y paganos. La pregunta: ¿No es éste el hijo de José?, no se refiere a la filiación natural, de la que no dudaban (cf. 3,23), ni al oficio (no mencionado en Lc), sino a la semejanza con José en ideas y comportamiento (cf. 2,48s): lo que dice Jesús no corresponde a la postura bien conocida de José; Jesús no ha salido a "su padre" (3,23: "se pensaba que era hijo de José").

8 DE ENERO

Primera Lectura. 1 Juan 4,11-18.

11 Amigos míos, si Dios nos ha amado así, es deber nuestro amamos unos a otros. 12 A la divinidad nadie la ha visto nunca; si nos amamos mutuamente, Dios habita en nosotros y su amor queda realizado en nosotros. 13Ésta es la señal de que habitamos en él y él en nosotros, que nos ha
hecho participar de su Espíritu.

14Nosotros lo hemos contemplado y atestiguamos que el Padre envió a su Hijo al mundo para salvar al mundo.
15Si uno reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios habita en él y él en Dios. 16Por nuestra parte, le hemos dado fe y conocemos el amor que Dios mantiene en nosotros. Dios es amor: quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
17Entonces queda realizado el amor en nosotros, cuando nos sentimos seguros en el momento de ser juzgados, porque lo que es él, también lo somos nosotros en este mundo. 18En el amor no existe temor; al contrario, el amor acabado echa fuera el temor, porque el temor anticipa el castigo; quien siente temor aún no está realizado en el amor. 

Explicación.

La respuesta al amor es amar (11), y el amor del hombre necesita ver y comprender, lo que es imposible respecto a Dios (cf. Jn 1,18). Pero el amor mutuo es la señal de que Dios está con los hombres y de que su propósito, la realización del hombre, se cumple (12). La experiencia del Espíritu da conciencia al hombre de esta presencia de Dios en él (13).

Además del testimonio interno del Espíritu, está el externo, el de los testigos presenciales de la vida de Jesús en la tierra, que ha quedado plasmado en el evangelio (Jn 1,32.34; 19,35; 21,24) y que se ha transmitido en la comunidad. El plan de Dios es salvar al mundo por medio de Jesús (Jn 3,17); para salvar, lit, «como Salvador», término helenístico equivalente al hebreo Mesías (cf. Jn 4,25.42) (14). Lo importante es reconocer que el hombre Jesús, que vivió en la historia, es el Hijo de Dios, capaz de revelar a los hombres lo que realmente es Dios. De hecho, Jesús es el que, por amor a los hombres, llegó a dar su vida, traducción en términos humanos del amor infinito e irreversible de Dios por el hombre (15). Dado que Dios es amor, el hombre que ama puede estar seguro de que está unido con Dios (16).

Los que viven la entrega a los demás hacen presente en la tierra el amor de Dios; esa sintonía con Dios elimina todo temor, y así el amor llega a su pleno desarrollo (17). Amor y temor, incompatibles (18).


Salmo 72,1-2.10.12-13.

1Oh Dios, confía tu juicio al rey,
tu justicia a un hijo de rey.
2Que rija a tu pueblo con justicia, a tus afligidos con rectitud. 
10Que los reyes de Tarsis y las islas
le paguen tributo;  

12Porque él libra al pobre que pide auxilio,
al oprimido que no tiene protector.

13Que se apiade del pobre y desvalido,
que salve la vida de los pobres.

Explicación.

72,1-3 La primera sección presenta a los personajes: Dios, el rey y un escenario de montañas. Dios es la primera palabra del poema. Posee una justicia suya, que ejerce en el gobierno del mundo y que delega para que su pueblo conviva en la justicia: cfr. 2 Cr 19,6. El reyes "hijo de rey", es decir, de estirpe real, davídica, no usurpador; está en función de "tu pueblo", que es de Dios y no suyo, y es hoy un pueblo "afligido": ¿por un dominio extranjero despótico?, ¿por abusos de gobernantes anteriores? "Montes y colinas" pueden representar el paisaje, la configuración de Judá: Ex 15,17; 1 Re 20,23; Is 14,25 etc. 

72,10 Toca la vez a los vasallos obedientes, que cumplen su deber trayendo tributo. Dos países son marítimos, dos son continentales. "Islas" o penínsulas, costas.  

 72,12 Está introducido como motivación: la sumisión o cuanto precede es consecuencia o se justifica "porque" este rey "libra al pobre que clama"; no por su poder militar o económico.

72,13-14 La repetición de "vida" en ambos versos nos dice que es cuestión de vida o muerte. El rey no está dispuesto a sacrificar a súbditos más humildes, pues estima sumamente la "sangre = vida". "Rescatar" vidas puede ser hacer justicia condenando a muerte al homicida. Creo más probable que "rescatar" se refiera aquí al peligro grave, no al homicidio consumado.


Transposición cristiana.
La tradición rabínica aplicó este salmo al Mesías; los cristianos lo identificaron con Jesús de Nazaret. Una vez planteada la trasposición global, podemos descubrir resonancias particulares en el NT. Reino eterno: Lc 1,33; universal: Mt 2,2;Ap 15,4; reino de justicia y paz: Mt 5,6.9; Rom 14,17; 1 Co 1,30; Ef 2,14; Sant 3,18; victoria sobre el opresor: Lc 11,21 s; Ap 17, 15; a favor de los pobres: Mt 5,2; Lc 4,18; 7,22; rescatar o vengar: Tit 2,14; Mt 20,28; Ap 6,10. Que viva: Ap 1,18; Rom 6,9; reconocimiento universal del nombre: Flp 2,10; Ap 14,6. La lista se podría ampliar fácilmente.


Evangelio. Marcos 6,45-52.


45Enseguida obligó a sus discípulos a que se montaran en la barca y fueran delante de él al otro lado, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la multitud. 46Cuando se despidió de ellos se marchó al monte a orar.  
Travesía. Jesús anda sobre el agua (Mt 14,23b-33; Jn 6,15-21)
47 Caída ya la tarde estaba la barca en medio del mar y él solo en tierra. 48Viendo el suplicio que era para ellos avanzar, porque tenían el viento en contra, en el último cuarto de la noche fue hacia ellos andando sobre el mar, con intención de pasarlos.
49Ellos, al verlo andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y empezaron a dar gritos; porque todos lo vieron y se asustaron. El les habló enseguida y les dijo:
-Animo, soy yo, no temáis.
51Se montó en la barca con ellos y el viento cesó. Su estupor era enorme, 52 pues no habían entendido cuando lo de los panes; es más, su mente había quedado obcecada.

 Explicación.

Teniendo en cuenta la actitud de la gente, Jesús aleja a los discípulos de ella y los fuerza a embarcar en dirección a país pagano (45, Betsaida;  cf .8,22a). Segunda vez que Jesús ora; como en 1,35, los discípulos corren peligro de ceder al deseo de hacer de jesús un líder de masas (46).  




El viento contrario es también ahora (cf 4,37) símbolo del mal espíritu que mueve a los discípulos: se resisten a desaprovechar la ocasión de triunfo popular y a dirigirse a tierra pagana (Betsaida, d. 8,22a), según la indicación de Jesús (45). Último cuarto: los judíos dividían la noche en tres partes, los paganos, en cuatro (cf.13,35); como la mención de Betsaida, alude a la misión; andar sobre el mar, propio de Dios cf. Job 9,8; 38,16); pasar/os, manifestación divina (cf. Éx 33,22s; 34,6) (48). Los discípulos no pueden admitir la realidad del Hombre-Dios (cf. 4,41) Y lo consideran un fantasma (49-50). El episodio de los panes no les ha enseñado la calidad del mesianismo de Jesús, antes al contrario, la esperanza de triunfo los ha fijado aún más en las categorías del falso mesianismo. La obcecación (52; cf 3,5, de los fariseos) corresponde al viento contrario (48).